sábado, 30 de julio de 2016

La iniciación: mi primera sesión.

La iniciación: mi primera sesión.


El día había llegado, iba a conocer a esa imagen, a esa persona, a mí Señor quien durante los últimos 3 meses fue el detonante, causante y autor de todo esto: que muy en el fondo de mi se encontraba dormido y de a poco había logrado que despertare.

Su perrita, como él me llama, debía esperarlo justo en la esquina indicada y puntualmente. Hacía mucho frío, pero no lo sentía, me inundaban el calor y la ansiedad de ponerme a sus pies y entregarme a sus morbos y deseos más oscuros de nuestra primera sesión.


Llega su auto, me abre la puerta y ahí; al ver su rostro tranquilo y sereno que me invita a subir, supe que era mi amo, mi dueño, que a partir de ese momento le pertenecía y me excitaba de forma increíble.


Sin mediar palabra me señala la guantera que al abrirla alojaba un pequeño vibrador seguido de la frase: "Quiero que juegue con él ahora mismo". 



Su perrita sin dudarlo obedeció. Desde ese momento en adelante y por quién sabe la cantidad de cuadras y cuadras de un lugar que desconocía, comencé a masturbarme bajo su atenta mirada, mientras conducía sin, aparentemente, rumbo fijo.

No sé si fue por la deseo o calentura que sentía en ese momento o la caricias en mis piernas que mi amo me brindaba, que solo se escuchaba mi respiración fuerte, que luego fue reemplazado por gemidos hondos, hasta que mi clítoris no soportó por mucho tiempo más los embates de ese vibrador. Desesperada miro sus ojos y le pido permiso para poder acabar. El accede gustosamente, y a la voz de "por supuesto mi perrita" exploto en un orgasmo interminable donde mojo con mis fluidos ¡absolutamente todo!


Fue profundo, intenso, laaargooo, acompañado de un grito agudo que salió desde muy dentro de mí. Al hacer el intento de retirarlo y acomodarme; mi amo me advierte firme con una mirada viciosa: "¿Quien le ha dado permiso para retirarlo?, continúe..."



Solo sus palabras sirvieron para ponerme nuevamente a mil y continuar con mi tarea. Por los siguientes 15 minutos y hasta llegar a nuestro destino fue un continuidad de orgasmos que me dejaron "punto caramelo" y que serían la antesala de lo que iba a ocurrir
Una vez en nuestra habitación, oscura y tibia; me toma firme de la nuca, me besa muy profundamente y me lleva hacia el lavatorio. Ahí es donde me cubre con un antifaz, y mientras me besa me desviste lento, haciendo sentir en cada centímetro de mi piel el roce de sus manos firmes; en mis hombros, mi espalda, mis pechos -que a esa altura tenían los pezones súper erectos-; rozó mi cintura, mis piernas, mis muslos, vibraba con cada roce. Me libero de toda mi ropa, dejándome vistiendo solo una diminuta tanga negra transparente que resaltaba mi enorme culo carnoso que se entregaba solo para él, solo para su placer. Lo besaba, lo mordía, lo nalgueaba y me excitaba taaaanto, me sentía en otro plano.



De pronto me pide que no me mueva, y es cuando la incertidumbre se apodera de mi mente. Lo siento aproximarse, cuando su mano recorre mi pezón izquierdo. Juega con él hasta elongarlo lo suficiente para colocar un broche muy ajustado que me produce un dolor dulce y placentero. Su morbo se apoderaba de mi.

De inmediato mis nalgas son recorridas por una sensación extraña, era su fusta, esa con la que fantaseé desde el primer momento. Recorría mis nalgas, mis muslos, mi vagina que en ese momento ya era humedad pura. ¡Y el ansiado primer fustazo! El firme ordena: "Cuéntelos!"


Es así donde comienzan una seguidilla lenta de ellos en todo mi culo y muslos, catorce de ellos; punzantes, algunos suaves, algunos muy intensos, y el número quince que culmina en un hermoso y certero fustazo en mi vagina, ya lubricada de excitación. Fue un momento tan intenso, ya que sentía como me poseía y que yo era su instrumento de placer. Y eso me excitaba mucho más. 



Y luego llegó la prueba a realizar, el deep throat que tanto anhelaba. Para ello, estando aún sin poder ver, ató mis manos y comenzó con su pija a ensañarse con mi boca. Succione y chupe su miembro hasta dejarlo bien lubricado; con sus manos suavemente me guiaba a la profundidad de mi garganta, una y otra vez.

El experimentar no poder moverme, y que su pija cogiera mi boca de esa forma, y sus gemidoooooos, me ponía a mil. Ya estaba lista y desesperada para que mi amo me cogiera y cuanto antes.


Y como si él leyera mi mente, así se disponía a hacerlo.


Me apoyó de espaldas hacia él, recostada sobre el lavatorio y comenzó a penetrarme, donde me hizo estremecer desde el primer embate, firme y duro, mientras me decía que era su perrita, y yo a él, ahora más que nunca, mi amo.


Me asaltaba violentamente y sus gemidos y los míos aumentaban. Hasta que llegó nuestro ansiado orgasmo, liquidándonos de placer. Sentía su cabeza apoyada en mi espalda y sus manos apretándome fuerte mi cintura, señal de que había había acabado de forma bestial.
Solo pasaron unos minutos para recuperarnos cuando mi amo comenzó su asalto hacia mi ano. Con destreza lo acariciaba, lo rozaba, lo lubricaba y se hacía paso con sus dedos suaves. 



Era la gloria y me encontraba tan caliente por la escena que acompañaba sus movimientos al penetrarne. Fue así como sus suaves dedos fueran reemplazados con su buttplug. Era una sensación extraña, diferente pero que bien se sentía, buscando penetrarme lento, despacio, suave pero firme, cuando al mismo tiempo siento que con su pija dura me penetra por mi vagina nuevamente inundada por mis flujos.

La sensación fue exquisita, descerebrante y completa. El sentirme "llenita" como el pronunciaba cerca de mi oído, me ponía en las nubes. Hasta que mi cuerpo no aguantaba y sabía que pronto iba a explotar, junto con él. El orgasmo estaba ahí era un hecho. Fue interminable, la consumación de mi primera sesión; y de que yo era, finalmente, su perrita...


emiperrita{pp73}

Gracias por visitar mi blog. 
Espero que les haya agradado el relato de emitperrita{PP73} con quien compartimos el portal Mazmorra. 
Además de los comentarios que pueden dejar aquí, si desean comunicarse menos públicamente, pueden hacerlo a sotanodefulana@gmail.com 

Que estén bien.
Beso.

Soledad FAB

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