Los molestos en el chat

Sucede en las mejores familias, reza la frase común que evita la opinión de quien la expresa. Me refiero a lo que está sucediendo, desde hace unos días, en la sala principal del sitio Mazmorra.com.ar La aparición de algunos o un sujeto que se empeña en escribir en esa sala -#mazmorra- datos supuestamente reales de personas cuyos Nicks son habituales en el sitio.

Sinceramente y en lo que a mí respecta, lo que digan de otras personas o de mí misma me tiene absolutamente sin cuidado. En lo personal no vivo de lo que digan de mí sino de lo que yo sé que soy.

Pero fuera de esto que es lo personal, el tema adquiere cierta gravedad por su recurrencia. Esa repetición sin, aparentemente, ningún tipo de freno por parte de los administradores –salvo el consabido baneo- inyecta en los lectores, eventuales o habituales, un vaho de verosimilitud de las infamias, ofensas por vía de la exhibición de lo oculto y tantas otras asignaciones que, impunemente, este sujeto expresa.

No es menor lo que señalo. Ya vemos, fuera del mundo virtual, cómo influye el relato sobre las mentes distraídas o cómodas. Las primeras, por mirar de costado lo que debería observarse de frente; las segundas, por molicie intelectual profunda muy cercana al imbecilismo adquirido. Así, entonces, por la vía del lavado de cerebro indoloro e indetectable, se escuchan frases y supuestos “razonamientos” que fueron leídos en letras de molde en los medios que relatan lo inexistente.

Lo mismo sucede en el chat con esta clase de gusanidades. Pasan, parece haberse olvidado lo por ellos inventado y relatado y de pronto, en un privado con una amiga o conocida, leemos: “Ah, pero no te olvides que fulano es…(y aquí viene aquel relato mentiroso que leyeron repetidamente en la sala)” ¿Se entiende lo que planteo?

¿No hay remedio?

Tengo entendido que sí lo hay. Y explico por qué lo afirmo.

En otro Server de IRC, en una sala muy divertida –que era una de la ristra de salas de todo tipo que se alojaban en aquel Server-, las relaciones virtuales eran como lo son en #mazmorra o en cualquier otra reciente. Sabemos y percibimos que las iras y las calmas se potencian en un grupo que, por otro lado, reproduce las líneas de fuerza de la sociedad “real” (personalmente entiendo que la sociedad virtual existe, pero dejemos esto).

En ese Server, entonces, había de todo, como lo hay fuera de la virtualidad. Entre ese “de todo”, figuraba un personaje cuasi indefinible o bien inextricable… o ambas. Muy esquizo, parecía genial un día y al siguiente, imbancable. Tenía él –y hay que reconocer que a muchas nos conmovió, virtual y realmente- un aparato importantísimo al que, como muchos, él bautizó como Mi Amigo. Tal vez por esta razón muchas nos desentendíamos de lo que sucedía en la sala cuando él estaba “de malas”.

Entonces, por alguna razón de psiquiatría profunda, se desmadró y empezó su ataque a la sala.

Flood y otras lindezas

Atacaba la sala y aparecían cientos de miles de Nicks falsos que pasaban como una película a ultra alta velocidad. Ello impedía que se pudiera escribir en la sala. También influía en los privados que, a poco de iniciado el ataque, se saturaban y al instante siguiente, nos desconectaba del Server.

También se metía en los privados y nos impedía abrirlos, responderlos, escribir…

La verdad, ¡Una verdadera mierda!

Sin embargo… Los responsables de la sala y del Server usaron programas para localizar la IP real de ese sujeto. Luego, usaron trazador para localizar al proveedor y aún la computadora desde la que emitía.

Así, lograron domicilio, dirección, teléfono, nombre y apellido.

No sé si hubo alguna denuncia o alguna visita a su casa, pero el hecho cierto es que desde ese momento, tal sujeto dejó de jodernos el chat.

Pregunta final:

¿No se puede hacer lo mismo en #mazmorra con el o los pelotudos que nos joden la sala?

Espero que sí puedan…

Gracias por leerme.

Que estén bien.

Soledad FAB

“L’Equip”