En uno de
las notas del blog
http://cornudocientificamente.blogspot.com.ar/2012/12/consejos-practicos-de-una-que-dio-el.html
, la autora brinda una especie de guía práctica para asumir esa nueva forma de
relación en tu pareja: la de salir a acostarte con otros hombres por el deseo
compartido de que así sea entre tu marido y vos.
Es verdad
que en la inmensa mayoría de los casos, esa actitud se inició cuando ambos
ingresaron al mundo swinger. De modo que recibir a otro y gozar con ese otro,
licuarse en orgasmos con ese miembro nuevo en tus entrañas, no es novedad. La
novedad será salir sola a encontrarte con unos y otros.
Este paso
-salir sola- es el fundamental según lo veo. Ser todo lo lanzada que quieras
sin que esté la mirada "autorizante" de tu marido o pareja estable.
¿El te quiere puta y vos querés serlo? Entonces actualo a solas, sin
condicionamientos ni trabas de ninguna índole y, menos que menos, la mirada
analizante de tu pareja. Ya tendrás tiempo, cuando vuelvas a casa, de contarle
al detalle lo que te hicieron e hiciste con ese desconocido que ingresó a tu
más secreta intimidad.
Una
variante muy intensa lo es que él, tu marido o pareja, elijan el
candidato a euforizarte hasta la sucesión de orgasmos que laten en tu útero.
Esta modalidad -que no se opone ni excluye la anterior, de que vos salgas sola-
asienta aún más el concepto de "relación de prosti con su cafisho". O
sea, él te hace coger con otro(s) y vos aceptás desde el inicio.
Claro que
esto último contiene un riesgo: que los elegidos por él no sean, pero para
nada, de tu agrado. Tipos sobre los que opinás que "Con éste no cojo
así sea el último hombre sobre la
Tierra ". Bueno, esto no corre así. Vas, cogés y
volvés.
¿Qué te
puede motivar? Una cierta tendencia sumisa y masoquista y el morbo, esa
herramienta que inerva todos los sentidos y turba la mente como en un
torbellino que nos lleva al Nirvana.
¿Te
imaginás relatando lo que hiciste y te hizo el monster? Relatarlo con asco,
como lo sentiste en el momento pero aceptando la elección de él, de tu marido,
y que lo hiciste gozar al desconocido.
No quiero
caer en la interpretación psicoanalítica de que si él quiere que otros te cojan
es porque él mismo no se anima a usar su cuerpo para ser cogido entonces usa el
tuyo y así se calienta horrores. Algo de esto hay, es indudable. Pero bueno, se
trata de gozar, no se acostarse en el divan sino en una cama King de cualquier telo
de los muy buenos que hay en la
Argentina y principalmente en capital y GBA.
Ya que
estamos, recomiendo enfáticamente dos.
Uno, el
Kansas. Zona de Tribunales. Tiene habitaciones con el sillón finlandés, ese que
te ponés de cualquier forma y así te cojen sin miedo a caerte o romperte un
hueso.
Dos, el
Bahía del Sol, que tiene habitaciones que parecen departamentitos y, la
ventaja, podés entrar en grupo.
Tres,
Faraón. Sinceramente, se esmeran en que te sientas como la más de todas..
.
.
Claro que
no son lo que se dice baratos si querés llegar a ese tipo de
habitaciones. Pero, ¿Quién paga? El otro... Entonces, ¡que le cueste!
Soledad FAB
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