miércoles, 20 de agosto de 2014

El secreto de lo que se mira...

El secreto de lo que se mira...


 

La mayoría de quienes consulté aseguran que el erotismo es el arte de contener, de sostener, de dominar el deseo para que éste crezca a niveles geométricos. Es decir, insinuar, rozar como al pasar, hablar de lo que podría ser sin dar seguridad de que vaya a ser realmente; aludir a experiencias pasadas pero sin dar muchas precisiones y, por sobre todo, exhibir lo propio y admirar lo ajeno que pronto podrá incorporarse a nuestra memoria virtual. Allí -o  aquí- es donde la mirada encierra todos los significantes que se callan aunque se actúen. La mirada enciende, llama, guía, sugiere, porque ya en esa instancia la empatía hace casi innecesario explicar nada. Está casi todo dicho. Falta el "sí" iniciático que se llevará consigo el reinado absoluto de la mente y le abrirá paso a la animalidad que pugna por expresarse. Será fabuloso, intenso, agotador y gozoso, pero allí, con más o menos tiempo, todo terminará.

La metáfora común de asociar esa pulsión, la energía sexual encerrada en el deseo con las olas que avanzan hacia la playa es precisa y correcta. El mar de fondo que eleva esa masa de agua y el viento que la empuja contra la costa. Inmensa nos parece, inconmensurable como para destrozar todo a su paso. La espuma comienza a aparecer en la cresta, la ola se convierte en una sinuosidad abrazadora, se ahueca, anida en su seno y se desploma sobre la pendiente de arena que asciende. Se explaya, estira, cubre y los bordes de esa ola derramada desaparece con el sonido de aplausos asordinados mientras la espuma, tan volátil y abundante, se convierte en globos de agua que explotan, sin ruido casi, en la arena húmeda que la absorbe.

De la mirada es esta entrega del blog. Nos presta la suya el exquisito fotógrafo Jean-Paul Four. Lo demás, corre por vuestra cuenta...



 

 

AVISO: Si necesitás anunciar algún evento de BDSM, sea de una organización, asociación o bien particular, no dudes en enviarnos el material a sotanodefulana@gmail.com

Soledad F.