miércoles, 14 de diciembre de 2016

MAZMORRA: Los privados, los tilingos y el demérito


Los privados, los tilingos y el demérito

Para algunas amigas yo estoy trastornada, sólo porque me gustan los mayores. Hablo de mayores de 40 como piso mínimo. Para mí tienen un encanto especial ya que, según lo vivido, no se inhiben en sus deseos, creaciones ni imaginación llevada a la práctica con la eventual compañera de ámbito. En ese caso, yo misma.
Adheridos a la nostalgia
Pero a la vez, hay algunos que tienen sus neuronas percudidas por el acostumbramiento al perimido machismo y modo de "Esto es así porque lo digo yo". Exponentes dinosáuricos de épocas bien lejanas que, a pesar de su todavía joven edad (hablo de hombres de 55 por ejemplo), actúan como decrépitos de 80 o más.
La vía libre de los privados
En Mazmorra -donde no se tiene la facilidad de imponer el ignore cuando recibimos privados no queridos o damos por terminada una charla como para no volver a leer nada del ignorado- estamos tod@s expuestos a invasiones hartantes. Los que podrían remediar esta situación generando o bien el ignore del que se goza en IRC u otro tipo de bloqueo que efectivamente corte la posibilidad de insistir con el privado que no queremos recibir .como existe en otros chats-, no hacen absolutamente nada. Dicen, claro, que no se puede porque el server de la pirula verde de las coordenadas de Andrómeda y listo, a otra cosa. Nos aconsejan, esos administradores, que no contestemos si no queremos. Entonces, la barra de la izquierda se llena de puntitos rojos y los nombres de los privateros que nos invaden.
Terminemos con el parloteo gráfico
¿A qué viene toda esta larga y espero que entendible introducción? A los errores que ciertos maduretes cometen al suponer que siguen siendo los que bajan línea y determinan lo que está bien y lo que está mal.
Días atrás, con un personaje que venía persiguiéndome por mensajes reiterados y bla bla bla, entendí -tarde pero seguro- que no se debe dar soga a nadie, salvo para ver si se hace realidad el deseo de que se ahorque con ella.
Acuerdo vs. imposición
El tipejo encaró la charla como se debe, claro. Estando en Mazmorra y siendo una sumisa declarada y él -según su fichita- como dominante, era lógico que la charla versara sobre cuestiones inherentes a sesiones, prácticas y determinaciones.
"...y ahora le toca al vecino..."
Me pareció -ahora que lo repienso- que el tipo estaría medio pasado de copas porque en su discurso encontré varias incoherencias descontextualizadas. El hecho es que comenzó a montarse en ese machismo absurdo y decrépito que impide, como lo fue, una comunicación abierta, libre y conducente.
La boludez propia
¿Todo por qué? Porque una le abre la puerta a cualquier pelafustán que pretende ser lo que no es ya que, a poco de andar, destiñe la fina capa de pintura con la que pretendió -sin lograrlo, claro- cubrir lo que desearía ser y ni siquiera logra parecerlo.
Reserva de identidad (aunque la tentación sea grande...)
¿Quién era este tipo? Oh no. Eso sí que no. El adagio advierte sobre decir el pecado y no el pecador. Y las señoritas alegres tienen, como norma ilevantable, la reserva y hasta el secreto de sus sucesivos contactos íntimos. Adhiero a ambos conceptos.
Escoba electrónica
Chicas, igual, hay modos de extraer la verdadera personalidad de cualquier tilingo que nos invada el privado o nos colme de mensajes. Aplíquenlos así limpiaran sus respectivas huertas.
Gracias por llegar hasta aquí.
Que estén bien.
Soledad FAB
sotanoumbroso@gmail.com

viernes, 25 de noviembre de 2016

¿QUIEN ES RESPONSABLE DE LA NO-CONEXIÓN A MAZMORRA.NET?

Lo que publico es la saga de un tira y afloje respecto cuestiones que suceden en el portal de Mazmorra.net. Primero con la desaparición del perfil de un mazmorrero y luego, con esta transitoria novedad de no poder conectar y por las razones que en el aviso se nos informa. Lo curioso fue las "opiniones" de "expertos en tercerías", atribuyendo el error no a quien lo cometió sino a cada usuario, aduciendo que las computadoras estarían con virus, con molicie, con polenta en los chips y bajo el influjo de la bruja mala... Por ello publicamos aquí lo recabado, no sólo por los avisos que cada cual recibió ayer -Sandman_Rosario por ejemplo- y la consulta que realicé a través de Internet sobre cuál es el origen, la causa de que aparezca tal cartel de no-conexión.
Veremos qué opinan los terceros, si es que leen esto. A los demás, gracias por su paciencia.
delicatae

¿Qué dijeron los motores de navegación Firefox y Google Chrome?

Transcripción del anuncio:
Su conexión no es segura
El propietario de mazmorra.net ha configurado su sitio web de manera incorrecta. Para evitar que su información sea robada, Firefox no ha conectado con este sitio web.
Este sitio usa Seguridad estricta de transporte de HTTP ( HSTS) para especificar que Firefox sólo puede conectarse con él de modo seguro. Como resultado, no es posible añadir una excepción para este certficado
Lo que publiqué en Mazmorra.net y hoy (viernes25/11/2016) los comentarios. (para agrandar las fotos, pinche en ellas)

Sandman_Rosario
¿Qué pasó?
Aquí la foto de pantalla de otro mensaje similar que dice:.

La transcripción de lo que dicen los anuncios:

La conexión no es privada
Es posible que los piratas informáticos estén intentando robar tu información de mazmorra.net (por ejemplo, contraseñas, mensajes o tarjetas de crédito).
NET:ERR_CERT_DATE_INVALID
Enviar a Google automáticamenteintormación sobre posibles incidentes de seguridad, Política de Privacidad.

mazmorra.net utiliza normalmente el cifrado para proteger tu información. Cuando Google Chrome intentó establecer conexión con mazmorra.net el sitio web devolvió unas credenciales inusuales e incorrectas. Esto puede ocurrir si un atacante intenta suplantar la identidad de mazmorra.net o si una pantalla de inicio de sesión Wi-Fi interrumpe la conexión. Tu información sigue estando protegida, ya que Google Chrome detuvo la conexión antes de que se intercambiaran datos.
No puedes acceder a mazmorra.net en este momento porque el sitio web utiliza HSTS. Los ataques y los errores de red suelen ser temporales, por lo que es probable que esta página funcione más tarde. Mas información

Las defensas suicidas
En un campo de batalla serían alabados y recordados como valientes a ultranza de haberse inmolado en la defensa inútil del bastión defendido. En este caso, a mí, en lo personal, me dan pena. Sinceramente. Los terceros y mediadores son lamentables y, con el mismo estilo que inauguraron los políticos que hoy (des)gobiernan la Argentina, niengan la responsabilidad del "patrón" y atribuyen el error a quienes lo sufrimos. O sea, que es nuestra computadora, que los virus, que somos nosotros los ineptos...
Lo mismo, idéntico, que otros terceros y mediadores expresaron respecto de la desaparición del perfil de PEPELUIS: "fue él que se autoborró". Nuevamente, patético.

Preguntado en la red (Internet) sobre qué significaba ese cartel que apareció en nuestras pantallas y que nos protegió de conectarnos con una aspiradora de datos, aquí va una respuesta técnica. Léanla que al final hay una apelación a los responsables...


    Imagen Es bien sencillo, el certificado de esa página está caducado. Es así de simple.

    Imagen

    El certificado caducó el 08 Mayo 2016 a las 01:59AM. Y la hora actual es, 08 Mayo 2016 03:32PM

     


muriel11 escribió:....hasta ayer entraba perfectamente a esta pag web, hoy ya no puedo. ¡Que estaá pasando? Firefox es una cadena de problemas.


    No, firefox, en este caso NO es el causante del problema. El culpable, es el imbécil que es responsable de esa página,
    por 
    NO renovar el certificado de la misma. Imagen
la página original

Terminemos de una vez con todo esto. Que los responsables lo sean y que los terceros aprendan a ser prudentes...
Que estén bien.

Soledad FAB - delicatae



jueves, 17 de noviembre de 2016

"La piel de la tigresa"

Otro excelente relato que compartimos con ustedes. La autora es Trix y nos lleva, casi que nos envuelve en el suave roce de sus sábanas de 400 hilos...

"La piel de la tigresa"

Desde que Ell@ llegó a mi vida, declarando que era mi admirador@ y "tenía todos mis discos", supe q nos ibamos a llevar bien, porque compartir el humor es un poco compartir la filosofía de vida, y compartir el enfoque de las desviaciones sexuales completa el cuadro.

Y un día, comenzó esta locura de las fotos y la ropa interior. un día cualquiera, un día en que todavía no tenía nombre, ni espacio fijo en mi agenda. Solo habíamos chateado hasta tarde... y me dormi húmeda y tibia pero eso no me cuesta mucho, aunque siempre sea un buen augurio.

Yo duermo desde adolescente con poca o nada de ropa, me encanta sentir el roce de las sábanas, la libertad de mi cuerpo en romance con unas sábanas de 400 hilos... el olor del perfume de almohada "vainilla y lavanda", mi piel rozándose con ella misma. Y despierto abriendo los ojos y estirando la mano la derecha lo suficiente para alcanzar el S7 desenchufarlo y chequear la catarata de alertas... entre todo eso estaban sus mensajes.

Habituales mensajes de buenos dias con fotos

y

algunas frases q eran el preambulo justo para...

Unas cuantas hermosas, cuidadas, estéticas, varoniles, sutiles, hermosas fotos de puta con culotte de encaje, asomando debajo de una camisa azul y un pantalón de vestir, sacadas en el baño de su oficina.Contra el espejo, y me mostraba por primera vez una hermosa cola de nena, lampiña y suave que llenó mis ojos y despertó mi deseo. Mi corazón empezó a latir, mi cuerpo se tensó, me desperté de golpe... toda la sangre de mi cuerpo erectó mi clitoris, la humedad de la noche anterior se multiplicó, una enorme sonrisa acudió a mi rostro y supe q tendría q hacerla mía, a ell@ y a su cola. Porque una chic@ así de lind@ así de sexy y así de atrevid@ no se encuentra todos los días.

Moví mi mano hacia abajo... y en pocos minutos estaba todo resuelto... fue la primera vez que le dediqué una, como dicen los hombres... y es que ell@ me vuelve tan masculina...

Que se me hizo costumbre viajar y elegirle ropa interior para su colección, para su ajuar, y mandarle fotos, para calentarnos junt@s. Para que sepa lo próximo que va a lucir para Mi, lo próximo que le será corrido, o bajado o arrancado... Con lo próximo q tendrá el honor de ser mi objeto, mi nena y mi puta.

Una mañana en Londres fui de compras... tenía en mente encontrarle algo especial. Algo diferente a las prendas americanas de Victoria Secret de las q ya tiene varias. Pero las inglesas no son especialmente sexys. Y de pronto, pasando y pasando perchas sin q nada me moviera un pelo... veo sobre una columna una gran exibición de bodies. Animal print, para más datos. Y me la imaginé a ell@ tan larga como es dentro de la prenda, toda estilizada, toda bonita. Y me mojé en el medio de la tienda al tocar la prenda. Pude sentir el anticipo de lo que sería que Jessy (ya bautizada, ya MIA, la alguien con espacio en mi agenda) se deslizara adentro, erectara sus pezones con el roce de la tela tan suave y delicada. Que marcara sus curvas con las costuras, que revelara su anatomía, la separación entre sus nalgas con la indiscreción de las transparencias. Lo compré y aún tuve por delante 2 semanas más de viaje hasta el momento de regresar con eso que entraba en mi puño cerrado y sin embargo... me volvía loca pensando en breteles que ell@ podía llevar bajo su ropa y yo tironear discretamente en una salida y luego deslizárcelos por sus brazos cuando la desnudar@ para poseerl@ y hacerle el amor como a una novi@. Besarle el hueco entre el cuello y el hombro donde anidan los besos y se quedan e ir bajando hasta la cintura... apoyarle mi dildo mientras la abrazo de espaldas tendida sobre ell@ en la cama... mimándol@, preparándol@, antipándole un poco el acople de los cuerpos que en breve sucederá para mutuo placer,me deslizo suave pero firmemente en ell@ con toda la emoción y la dulzura. Y comienzo a moverme y es todo un frenesí de sensaciones y de emociones hasta sentir q me vengo dentro de ell@... que somos un@ que sus quejidos y gemidos y los míos sólo son uno un gran gran suspiro de placer... y estamos unid@s.

Y luego salgo de dentro de ell@. Me despojo de lo que la naturaleza no me dio y va a parar al piso al lado de su piel de tigresa. Me tiendo a su lado, la beso y pego mi piel a su otra piel, la de Jessy. Y ya nada mas importa, así nos quedamos, solo mirándonos y sonriendo.

TRIX
El original se puede leer  aquí

Gracias por visitarnos.
Soledad FAB

jueves, 3 de noviembre de 2016

De cómo una revista alemana del ayer termina en el BDSM Rosario del hoy.

De cómo una revista alemana del ayer termina en el BDSM Rosario del hoy.
Es curioso cómo nos acostumbramos a los cambios en nuestra vida cotidiana. Hoy en día nos sentimos desnudos si olvidamos nuestro celular en casa, pero hace no mucho tiempo, esos aparatos (que no tenían whatsapp ni Instagram) eran mucho menos comunes y no tan accesibles. Y había que arreglarse sin ellos, buscar un teléfono público o un locutorio para avisarle algo a alguien.
Aunque no lo crean, antes de los smartphones y de la existencia de Internet ¡había vida! A lo mejor con algunas incomodidades más que ahora, pero existían las relaciones personales, los mensajes y existía sin dudas el BDSM.
Vivo en una ciudad de Argentina, no la más grande y tal vez en ciertos aspectos muy conservadora. Tengo 50 años al día de hoy, por lo que mi adolescencia transcurrió íntegra bajo una dictadura militar de ultraderecha, con amplio apoyo de la Iglesia Católica que vigilaba no sólo el pensamiento sino también guardaba la moral de los ciudadanos sin distinción de credo.
Pero así como la física nos enseña que a toda acción corresponde una reacción de igual magnitud en sentido contrario, a la asfixiante censura de la época la contrarrestábamos con el intercambio de revistas eróticas entre amigos, o en mi caso robadas a un hermano mayor con una colección importante. En una de ellas, alemana, vi por primera vez fotografías del film “La Historia de O”, que rápidamente se convirtieron en mi material gráfico masturbatorio predilecto.
Ver en un cine esa película era sólo una expresión de deseos. Imaginen que las tijeras de turno habían censurado el desnudo frontal de un cadáver femenino en “El Resplandor” de Kubrick. Un manchón verde cubría el lugar donde se apreciaba el sexo. No me imagino nada menos erótico que ese desnudo, pero para los “calificadores” no había medias tintas.


Quedaba un cine en Rosario, el “Capitol”, sólo para mayores de 18 años (la gracia era entrar igual haciendo trampa) donde en un doble programa se podían ver películas inocentemente eróticas con títulos como “Las esclavas sexuales de los nazis” (el título original probablemente no tenía nada que ver) donde a lo sumo se podían llegar a ver dos o cuatro tetas en toda la proyección. Y un culo, con suerte. Actualmente la sala es un templo evangelista, lo cual es todo un signo de los tiempos.

En una de esos programas proyectaron la francesa “Verano Caliente”, con una hermosísima Isabelle Adjani, donde se veía algo de D/s (una genial situación de dominación pública que con los años llevé a la realidad) y poco más.
Con la llegada de la democracia llegaron para mi la mayoría de edad y el VHS, dos cosas fundamentales para adentrarme de lleno en el tema del BDSM que me desvelaba hasta ese momento. Con el fin de la censura empezaron a llegar publicaciones españolas especializadas en el tema con relatos, fotos, historietas, glosarios; y ediciones norteamericanas con videocassettes (del sello HOM, algo vintage inclusive en ese momento) que sólo se conseguían en dos kioscos de revistas en toda la ciudad. A uno, el de la terminal de ómnibus, iba pasadas las 12 de la noche, cuando no quedaba gente por la calle, para entrar con confianza y elegir tranquilo.
Después estaba el asunto de convencer a mis eventuales novias de llevar a la práctica lo que había aprendido. No tuve éxito con todas, es cierto, pero algún sexto sentido funcionaba para encontrar aquellas que me confesaban que sentían deseos de ser tratadas con rudeza, que les tirara del pelo o cosas así. Yo entonces proponía atarlas y…bueh. Ya lo dije, tuve suficiente suerte.
Sex shops no había. Los elementos para jugar los tuve mucho más tarde y mis primeros chiches fueron caseros. Un collar de perro grande comprado en una veterx1inaria, otros más chicos para atar las muñecas, un cinto, etc.

Finalmente para el año 86 u 87 se estrenó sólo en Buenos Aires “La Historia de O”. Viajé especialmente para verla y hasta pude agenciarme una copia en video en un local de Retiro.
Por aquí no existían los Clubes BDSM. La llegada de Internet (adivinen qué fue la primera cosa que busqué cuando tuve conexión) posibilitó que accediéramos a más material, los canales de chat del IRC se multiplicaron y encontré rápidamente uno de BDSM Argentina. Meses más tarde llegó el MSN Messenger, con el cual abrí mi primera cuenta con una identidad para conocer gente afín (“Amo Rosarino”, no fui muy original) y consolidé mi primer relación totalmente D/s con una amiga que descubrí en una faceta sumisa. Esa relación duró varios años, ya avanzábamos en prácticas más “hard” como pinzas, azotes, humillación pública y algunas cosas más; y mientras transcurría encontré el modo de comunicarme con gente de la ciudad interesada en el tema como yo.
Después de mucha charla alguien propuso juntarnos en un bar. Fue en un lugar céntrico, pocos se conocían entre si y yo no había cruzado a ninguno, así que fui sólo y venciendo temores me presenté en la mesa que parecía tener a los anfitriones sentados. Y así comenzó (para mí) la comunidad BDSM rosarina."

sábado, 29 de octubre de 2016

De la iniciación de Brenda en la Cofradía

Con cuidado lenguaje y agradable estilo, el relato nos introduce en la angustia, dolorosa, de Brenda, la protagonista que en un rapto de ansiedad erótica le pidió a su compañera de facultad, Grettel, que la llevase para iniciarla en esa, hasta entonces entelequia denominada La Cofradía. Así va a cumplir con su destino, tan delgada y fina como la ilustración que eligió la autora para representarla icónicamente. Espero que el texto les atrape como me sucedió a mí cuando lo descubrí-
Cofradia


Definitivamente, Brenda sospecha que ha cometido un error. Su prometido ingreso a la Cofradía ni siquiera ha comenzado y ya se está tornando bastante riguroso. Toda la fascinación que experimentó mientras Grettel la preparaba en su departamento, ahora se le empieza a volver en su contra: Su vestido de lycra, sus tacos, su peinado cola de caballo, su maquillaje, su bijou y hasta su penetrante perfume, lejos de otorgarle supremacía, terminaron por restringirla a la imagen de una putita vulgar, lista para el abuso y el placer ajeno. 

Para peor, sus restricciones, además de someterla y humillarla por completo, comienzan a tornarse intolerables. Los gordos grilletes con los que su amiga la inmovilizó de manos y brazos están tan ajustados detrás, tan encontrados a su espalda, que la sexy castañita puede sentir los huesos de muñecas y codos hincándose entre sí, sus hombros henchidos por la presión, sus clavículas a punto del disloque: Una trampa metálica que la mantiene espalda y cuello muy erectos; sacando tetas como balcones, explotando amontonadas, apenas sostenidas por el exiguo escote fucsia; el redondel de sus pezones, de su ombligo y las tiras de su tanguita fielmente tallados, nítidos contra la elástica y ajustada lycra; además de sus piernas largas, apetitosas y desnudas, subidas a altísimas sandalias rosas; en definitiva, todos esos detalles que la oprimen, la abisman, la modelan y la moldean con rabia, la hacen sentirse mucho más exhibida que si estuviera por completo desnuda. 

¿Pero qué puede hacer? Nada, más que seguir sentada en la camioneta acompañando a su compañera de Facultad, quien le habla, le cuenta cómo funciona la Cofradía, las cosas que ella vivió en esos dos años como integrante, las sorpresas que ni se imagina. Brenda imagina, claro que sí. Incómoda, ofrecida e indefensa, parece lista para un sacrificio, una ofrenda, un ritual. 

- ¿Qué me van a hacer?- murmura. Grettel sonríe, y es hermosa y devastadora en su vestido corset, en su piel morena, en su pelo ensortijado. 
- Quién sabe, corazón… Pero no me lo pierdo por nada del mundo-  Y sigue conduciendo, camino a la Iniciación.

- ¡Y te trajiste nomás a una pendejita sexy! -
- ¿Acaso lo dudabas, Ariana? -
- Obvio que no, Grettel. ¡Siempre cumplís con tu palabra, hija de puta! Aunque la veo bastante menudita. Y no es muy alta-
- ¿Pero no les parece una muñequita digna de ser Iniciada? Imagínensela bien desnudita, súper producida, toda marcada, engrillada y anillada en bronce y titanio, hasta en sus zonas más privadas…-
- ¡Por supuesto! Si es un caramelito aún envuelto. Tan tiernita, tan inocente.. ¿No te parece, mi amor?-

¡Qué clase de charlas son éstas, por Dios! Brenda no puede creer que se estén refiriendo a ella de esa manera. ¡Y con tanta naturalidad! ¿Con qué derecho se permiten rebajarla a una especie de objeto de dudoso valor, una simple mercadería? ¡Es inconcebible! Una mezcla de ira, temor, odio e intranquilidad la tensa en desesperación. ¡No puede permitir que la traten así! Su orgullo aún adolescente la rebela: Jala y se zamarrea con furia, intentando destrabar su cuerpo entumecido. Al instante, un rayo de múltiples dolores la fulmina de cabeza a pies y la deja dura, denunciándola torturada por un hondo gemido de capitulación. 

- ¡¡¡¡Mgghhfffffggghhhmmmm!!!! -

Brenda se arrepiente de su estúpido intento. Gimiendo quedamente, aguanta su sufrimiento con la cabeza gacha, el rostro crispado y la respiración honda, deseando recomponerse, o acaso generar piedad. Mas su lamento se desintegra, se confunde entre los muchos que flotan en esa casona misteriosa y secreta. Y por primera vez en sus 19 años, la joven castañita tiene escaso control y plena conciencia de su cuerpo, un racimo de curvas, montañas y abismos tan pronunciados, tan tentadores, tan al alcance de las manos. 

Aún protegida y enmarcada por el sugestivo lycra de su vestido fucsia, Brenda no es sino una chiquitina preparada y proclamada al deleite ajeno. ¿Y como evitar el asedio impostergable? De pie frente a esa pareja que ahora la arrincona, la apretuja y la palpa como a un fruto ofrecido, no halla modo de torcer su suerte. Si pudiera empujarlos, sacarse de encima esas manos extrañas y correr lejos de esta pesadilla. Pero desde el instante en que Grettel la introdujo al salón mediante la cadena de paseo que maneja su cuello y la expone como mascota al alcance de cualquiera, es poco lo que la dulce gatita puede hacer, más que retorcerse, intentar alejarse del acoso, o al menos alejarlos con el encono de sus ojos y sus gruñidos de represalias. 

Más todo es inútil: El hombre se le mete dentro de su formidable escote, captura sus tetas, las revuelve duramente, o se esmera en recorrer sus piernas, en azotar sus nalgas o en escarbar bajo sus faldas, buscando los elásticos de bombachita, por no decir sus agujeros. Pero esa básica brutalidad empalidece en comparación con la sofisticada crueldad de la mujer, la llamada Ariana, quien la aborda de frente, la mira fijo, y le sonríe con delicia, mientras le retuerce un pezón, y la abofetea quedamente, por perverso placer. ¡Es tan humillante! 

Al borde del sollozo, la desolada Brenda intenta pedir ayuda a Grettel, pero la mordaza de bola que le fuera colocada al bajar de la camioneta, cumple su cometido de impedírselo por completo. Además, su amiga ni siquiera le presta atención: Charla y bebe animada con otros invitados, sin soltarle la correa, pero abandonándola a los abusos innumerables que le depara su condición. Y por segunda vez en esa noche joven la pobre castaña advierte el error de haber subestimado a su amiga, su compañera de estudios. La Cofradía, ahora lo entiende, era algo bastante más serio en cuanto a niveles de poder y sumisión. Tanto la halagó que la hermosa Grettel la instara en auditar por una membresía, que no dudó en ponerse en sus manos de diosa. Ahora Brenda está aterrada, ya es tarde para enmendar errores, sometida, agarrotada y conducida a rastras y trastabillando por esa casa rebosante de gente bizarra, piensa que esto recién empieza, que lo peor aún está por venir.

Ahora Grettel la ha llevado a la oscuridad de otro salón, en donde puede adivinarse ya desde lejos la silueta de una mujercita desnuda, amarrada y colgando del cuello al techo. Al ir acercándose, al ir distinguiendo cada vez más a esa muchacha así dispuesta, así exhibida, sus brazos desaparecidos tras la espalda, sus hombros retraídos hasta el dolor, sus tetas tan bien desplegadas, tan empujando con fuerza hacia adelante, todas enormes y tentadoras, todas expuestas en su máximo esplendor, instintivamente Brenda comienza a arquear aún más su tronco ya arqueado por la misma posición de muñecas y codos tocándose a su espalda, y sin darse cuenta se transforma en una S ondulante que la dibuja sacando pecho, metiendo pancita y tirando cola, brazos y hombros todo hacia atrás, plantándose firme en sus tacos, y levantando el cuello, el rostro y la frente en ostentación, compitiendo de manera natural ante la presencia de otra bella criatura que la amenaza en presencia y glamour. 

Al instante, muere de vergüenza al notarse descubierta por los ojos libidinosos y la sonrisa procaz de Grettel que la festeja en evidente complicidad: 

- ¡Ésa es la actitud, Brendis! ¡Me encanta tu amor propio y tu espíritu de competencia! -

La pobre castaña intenta disimular su nuevo error. 
- Mghhhhffffgggggg - Pero ya es tarde. Su amiga le confiesa: 
- Me encanta que te enorgullezcas de tus atributos. No tienes nada que envidiarle a esa turrita, ¿no es así? - mientras procede a engancharla también al techo, bien cerca de ella: Pronto, podrías ocupar su lugar -
Y enciende unas luces de sector, que las pone una frente a la otra, acaso para que la comparación tenga un efecto mejor. 
- Buenas chicas. Las dejo para que se conozcan mejor. Como buenas contrincantes que son - Grettel nalguea ambas colas y se va, dejándolas a solas y bien iluminadas.

Ahora las dos chicas se miran, se apiadan y se compadecen mutuamente entre gemidos y lágrimas. Brenda se ve en esa rubia flaquita, como en un espejo. Sabe que ella misma ahora luce así puras tetas y nada de brazos, sacando pecho y arqueándose con rabia exigida, los hombros casi al borde del disloque fatal. Sin embargo, comparada con esa pobre chica, su situación es casi un Paraíso, no sólo por la ventaja de estar al menos vestida. La rubiecita parece recriminarla con la mirada, su llanto vivo y todo su maquillaje arrasado por sus lágrimas, su cuello de lado casi roto y en su rostro tallado el espanto crudo y total. 

Brenda no puede sino desviar los ojos y comenzar a recorrerla en sus detalles más escabrosos. Además de su desnudez total; de los piercings escandalosos en sus pezones, ombligo y entrepierna depilada; de algunos tatuajes obscenos y denigrantes y de otras huellas vivas como de latigazos, la muchacha está obligada a soportar una mordaza de anillo, un collar de ahorque de acero y unas botas como zapatillas de ballet con tacos. Impresiona verla babear desde su boca en O abierta, tanto que no es difícil descubrir sus muelas, su lengua, la oscuridad de su garganta acaso desflorada; impresiona verla llorar, sudar y bambolearse en puntas de pie sobre esas insuperables botitas agujas. Impresiona entender que la pobre chica no puede más, luchando como puta por su vida, parece a punto de ahorcarse, a juzgar por el rictus espantoso de su cara y su incapacidad para respirar, plena de balbuceos inentendibles…

- Tsjkkkk Thhhhggkkkkssskkk tthhkkkssssgggss - 

Brenda desearía ayudarla, pero cómo imaginarlo siquiera si está casi tan sometida como ella, si sus brazos son como mochilas dormidas a su espalda, si apenas intenta revolverse un poco, debe desistir por el dolor atroz que le nace de todos lados de su cuerpo acalambrado. Y sólo le resta sentirse un poco afortunada de no ser esa pobre rubiecita, toda una Venus de Milo ahorcada y doliente, a punto de

De pronto, se encienden todas las luces, el salón se llena de invitados, mientras de algún lado irrumpen dos enormes enfermeras en látex. Ante el revuelo histérico de ambas chicas, se acercan decididas, agarran a la rubia, la desenganchan y la arrastran a una camilla, la acuestan y agarrando cada una de sus piernas se las separan y se las mantienen abiertas en V; de algún otro lado aparece un negro flaco y de gran melena, se acerca a la víctima con su verga desnuda y la apoya en el vientre pálido, como midiendo su profundidad. Al ver ese falo descomunal descansando sobre la trastornada rubiecita, llegando el glande a rozar su piercing de ombligo, Brenda inconscientemente aprieta sus piernas, frunce su raja, su esfínter y muerde su bola mordaza, en un denodado intento de proteger sus agujeros. Algo inútil, puesto que por ahora están a salvo, mas si alguno se los decidiera a forzar, sería poco lo que la castañita podría hacer para evitarlo, ya que una vez superada la tenaz pero frágil resistencia de la primera entrada, no habría ya forma de detener la intrusión. Y esa boa negra la iría ganando por dentro, horadándola y pavimentándola toda larga y ancha en dimensión. Y Brenda, ¿que podría hacer? Inmovilizada y disponible en su sitio, intuye otros hombres en las sombras y observa a Grettel mezclada entre el público rugiendo también ella por más desenfreno, más tortura, más perversión. Nadie la va a salvar. 

Entonces Brenda llora agónica y se entrega de algún modo a su destino de hembra conciente de su esencia, de su condición de triple agujero, surcos ondulantes y carne virgen, a punto para la libación, para el tributo de los demás.

Después de esta Cofradía, ya nada será igual. 

JulietaMar

Gracias por visitarnos.
Soledad FAB

viernes, 21 de octubre de 2016

FLOR Y LA FELACION

El siguiente es un relato de un señor estupendo él, que usa por nick Vikingo37 y nos llena de placer en el portal Mazmorra. En el texto podrán percibir no sólo la facilidad en el manejo del lenguaje escrito sino, y a la vez, la extrema eficacia que tiene cuando se aplica... Que lo gocen tanto como yo misma al leerlo.
Soledad FAB

FLOR Y LA FELACION 

Flor es una pendeja de esas que si ves por la calle sí o sí te das vuelta a mirar. Es hermosa. LLamativa. Sexy. Un hembrón. Imagínense cuando este verano cayó en mi playa con una diminuta bikini y se pasaba el día delante mío tomando sol, pasándose bronceador, metiéndose en el mar y saliendo con sus pelos revueltos y empapados, como una hermosa sirena. El único temita era que... Flor tenía novio.
Yo laburo de Guardavidas en un parador de Mar del Tuyú. Todo el verano, durante muchos años. Y contadas veces se ve una mujer como Flor. Pero bueno, tenía novio, así que solo deseé que se quedara todo Enero para disfrutar ese culo dibujado por Dios y esas tetas no menos perfectas.
Habrá pasado una semana de verla todos los días en la playa, de soñar mil posiciones sexuales con ella en los médanos, de dedicarle unas buenas pajas, cuando un viernes llegó solita a la playa.
Tiró su lonita en la arena, dejó el canasto con el equipo de mate, y se dispuso a clavar la sombrilla.
Al ver que su intento era infructuoso, ni lento ni perezoso me acerqué como quien no quiere la cosa.

-Buen día. Necesitas una mano? -le dije.
-Sí, por favor -me dijo sonriendo- De esto se encargaba mi novio.
-Se encargaba?! -casi se me escapó- Te dejó solita hoy?
-Jaja maso... es que los findes vuelve a Bs. As. por laburo. El lunes viene de nuevo.

Mamitaaa! Tres días sola iba a estar esta hembra descomunal!? No podía perder el tiempo, siempre hay muchos buitres revoloteando cerca de presas así.

-Listo, ahí no se te va a volar. Cualquier cosa cuando te vas me avisas y te ayudo a sacarla -le dije.
-Ay, mil gracias... te ganaste unos mates -soltó para placer de mis oídos.
-Dale, me encantaría -dije sin poder disimular mi sonrisa.

Fue pasando el día, me cebó mates un par de veces mientras cuidaba la playa en mi mangrullo, e intercambiamos miradas y sonrisas varias veces. Primero pensé que era cosa mía, que me estaba haciendo la cabeza. Pero entrada la tarde empecé a convencerme de que ella me buscaba y hasta me sostenía la mirada. En la última tanda de mates aproveché para averiguarlo.

-Perdón que no te pude dar mucha bola Flor, pero hasta las 7 de la tarde estoy laburando. Si te quedas después de esa hora tomamos mate más tranquilos -me la jugué.
-Dale buenísimo. Total estoy al pedo yo -me contestó.

A las 7 y un minuto estaba en su sombrilla tomando mate. Yo tengo 37 años, ella 22. Es una pendeja infernal y ella lo sabe. En cada pose, en cada movimiento, derrocha sensualidad, belleza, deseo. Flor es muy provocativa, no se calla nada. Para cada indirecta mía ella tiene una respuesta adecuada. La charla no tarda en ponerse caliente.

-Ahora, no te enojes... yo no sé cómo tu novio te deja sola todo el fin de semana acá! -la pinché.
-Jaja. Vos decís que me puede pasar algo malo? -me dijo con la sonrisa más linda que vi en mi vida.
-Malo para vos no creo. Ahora, malo para él seguro -le dije mirándola a los ojos.
-Ojos que no ven... -soltó la hija de puta mientras me guiñaba un ojo!!!
-Lástima que soy grande para vos, si no... -dije sin importarme más nada en el mundo que cogérmela.
-A mi me encantan los de tu edad, no me van los pendejos -me dijo con una carita de nena golosa que automáticamente me paró la verga.
-Si querés podemos ir a tomar unas cervezas a mi casa -la invité ultra caliente.
-Me encantaría -me dijo- Pero te aclaro una cosa antes de ir, así no hay confusiones. Solo cojo con mi novio, nadie más me penetra. Si pinta sexo oral todo bien, pero nada más!

Si no me explotó la cabeza en ese mismo momento como una pochoclera fue de casualidad.
Fuimos a mi casa, tomamos media cerveza y ya estábamos comiéndonos las bocas. Le saqué el vestidito azul a lunares blancos que tenía y quedó solo con la bikini. La senté arriba mío en mi silla, dándome la espalda. Mientras la besaba frenéticamente y le chupaba la lengua le agarré la concha con toda mi mano y empecé a frotársela sobre la tanga de la bikini. Automáticamente empezó a emitir unos gemiditos de gata en celo que me pusieron -si fuera eso posible- aún más caliente. Con mi otra mano le solté la parte de arriba del bikini y quedaron ante mis ojos unas tetas simplemente perfectas. Se las besé todas y empecé a lamerle los pezones, los que tomaron un tamaño y una dureza increíbles.
La puse de rodillas en el piso, e hice que se agarre de un sillón, quebrando la cintura y levantando la colita. Me escupí el dedo índice y empecé a dibujarle círculos alrededor del agujerito de su culo, al cual deberían declarar como patrimonio de la humanidad o, directamente, la octava maravilla.
Recorrí toda la zona de su cola y entrepierna aplicando más o menos fuerza según respondían los gemidos de placer de Flor. No aguante más y hundí mi cara entre sus nalgas. Empecé a chuparle el culo lo más delicadamente que pude con semejante calentura, pero no tarde en cogérselo con mi lengua. Su cola se dilataba de tal manera que mojé mi dedo en su conchita y muy suavemente lo introduje en su agujerito. Flor gritó de placer y se agarró con más fuerza del sillón. Sin dejar de cogerle la colita con el dedo, le chupé la concha con mucha fuerza, de abajo hacia arriba, y de afuera hacia adentro, haciendo coincidir cada embestida de mi lengua con las de mi dedo. Le pedí a Flor que quebrara aun más su cintura y separase sus nalgas con sus manos, brindando así todo su sexo para mi voraz apetito. Flor estaba empapada y no dejaba de gemir, así que decidí concentrar todos mis esfuerzos en su clítoris, que ya estaba bastante erecto. Me escupí dos dedos y la masturbé en círculos, sintiendo como su clítoris se ponía duro con cada caricia. Los gemidos de placer de Flor se hicieron muy intensos, y yo quería darle un orgasmo delicioso.

-Te gusta putita?! -le susurré al oído.
-Mmmm si... si... me encanta! -soltó entre gemidos.
-Quiero que me acabes toda la mano, como una putita obediente -seguí diciéndole sin levantar la voz.
-Si, siii! Pajeame así que te acabo toda hijo de puta -gritó Flor al borde del éxtasis.

Tuvo un orgasmo acompañado de varios espasmos. Yo tenía la pija prendida fuego, así que la saqué y empecé a frotársela por toda la concha, rozando bien su clítoris con mi cabeza bien dura.

-No, no la metas... solo cojo con mi novio -me dijo no muy convencida.

Noté la duda en su voz, así que me la jugué y comencé a penetrarla lentamente. Su débil negativa se convirtió en un gemido de placer, aplacado ya que noté que se mordía el labio inferior. La cogí con muchísimas ganas. Cada embestida de mi verga iba acompañada de un gemido de Flor. La agarré del pelo y tiré su cabeza para atrás. Esto pareció excitarla aún más, por lo que con la otra mano empecé a darle nalgadas en la cola. Esto la puso fuera de sí, y no paraba de gritarme que la coja fuerte. Tuvo un orgasmo espectacular y sentí todo su cuerpo temblar entre mis brazos.
Se dio vuelta y me puso de espaldas contra el piso.

-Ahora me toca a mí -me dijo al tiempo que se metía mi verga en la boca.

Me besó la pija desde la cabeza a los huevos. Después hizo el camino inverso, pero con la lengua. Me lamió los huevos, el tronco, y la cabeza deliciosamente. La hija de re mil putas me miró directo a los ojos con cara de puta en celo y se metió mi pija casi entera en la boca! Tuve que pensar en los goles que erró el conchudo de Higuaín para no acabar en ese preciso momento. Sin dejar de mirarme a los ojos me pajeó y me chupó la verga con absoluta maestría. No aguanté más de unos pocos minutos y le llené la boca de leche en un orgasmo digno de podio olímpico.
Nos duchamos entre besos y caricias y la llevé a su casa. Después me fui a un bar por una cerveza. Necesitaba disfrutar lo sucedido. Una mujer como Flor no se conoce todos los días.

 * La foto de Flor fue aportada por el autor.

Gracias por visitarme.
Soledad FAB

Cómo disimular los tobillos anchos

Cómo disimular los tobillos anchos

por Marta Vicente

No pocas tenemos ese problema estético y no siempre encontramos la forma de solucionarlo o de menguarlo. Pues aquí transcribo una excelente nota que, espero, les sea de utilidad. 



No todas contamos con la suerte de tener unos tobillos y unos pies finos, y cuando esta parte del cuerpo es un poco más ancha y prominente, es normal que nos surja la pregunta de ¿qué podemos hacer para disimular sus medidas y conseguir que luzca más bonita? Lo cierto es que la solución se encuentra en la elección del calzado adecuado para lograrlo. Hay ciertos modelos de zapatos que son ideales para afinar los tobillos y hacer que las piernas se vean mucho más estilizadas. Si quieres descubrir cómo disimular los tobillos anchos y potenciar al máximo la belleza de esta zona, no te pierdas los tips del siguiente artículo.

1
Durante la temporada de invierno, no encontrarás problemas, puesto que calzarte unos bonitos botines que cubran todo el tobillo o unas botas bien altas será suficiente para disimular los tobillos anchos. Ahora bien, ¿qué hacer cuando llega el verano y quieres lucir tus vestidos, faldas cortas y shorts con total seguridad? ¡No desesperes! Es aquí cuando tienes que tener en cuenta los siguientes consejos para dar con el calzado perfecto para ti.
2
A la hora de elegir unas sandalias para verano, ya sean planas o con un poco de tacón, tu mejor opción son aquellas que tengan tiras, pedrería o abalorios en la zona del empeine. Con ellas, conseguirás desviar la atención hacia esta parte del pie y la anchura de los tobillos se disimulará a la perfección. Asimismo, prefiere las sandalias con tiras un poco anchas en lugar de muy finas.



3
Los zapatos o sandalias peep toe son uno de los calzados más favorecedores para mujeres con tobillos anchos. Logran estilizar muchísimo las piernas y afinar el pie. Recuerda que cuanto más escotado sea y más tacón tenga el zapato, más delgados se verán tus tobillos.


4
En Estados Unidos son conocidos como D'Orsay y son unos zapatos muy femeninos y elegantes que dejan completamente al descubierto uno o los dos laterales del pie. Este diseño de calzado es perfecto para disimular los tobillos anchos y reflejar un estilo mucho más sensual. Hoy en días los puedes encontrar tanto planos como con tacón, así que tienes la opción de decantarte por los que más te agraden.



5
De igual forma que los modelos anteriores te favorecerán y te ayudarán a disimular los tobillos, hay otros zapatos que generan el efecto contrario y potencian su amplitud. Toma nota de los que debes evitar comprar:
Zapatos o sandalias con pulsera en el tobillo, pues acortan la pierna y no la estilizan.
Sandalias romanas, ya que cubren demasiado el pie y hacen que parezca más ancho.
Evita los zapatos con un tacón demasiado grueso y los tacones de aguja extra finos, pues aportan mayor volumen a la parte inferior de la pierna. Lo ideal para ti son los tacones medios y las cuñas.
6
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Nota original: Belleza UnComo

Gracias por visitarme.
Soledad FAB

martes, 27 de septiembre de 2016

En el camino correcto

Éste es otro excelente relato de una colega de Mazmorra.net. Espero que lo disfruten tanto como lo disfruté yo. Gracias.


Me gusta complacer sus pedidos .
Las cosas simples como usar un color determinado , alguna prenda o algo que deba hacerle a mi cuerpo antes de verlo .
Eso hace que no sienta tanto su falta , me llena de pensamientos antes del encuentro . Me da ocupaciones que me hacen pensar en el .
Yo cambié , he dejado de cuestionarme , de ocultarme , de frenar mis deseos de ser de el . Los otros deseos nunca pude frenarlos , es como una catarata de placeres sin rumbo . O por lo menos yo los siento así , supongo de su parte es más estudiado y sabe a dónde y cuándo llevarme .
El también cambio conmigo , está más atento .
Los encuentros son cada vez más intensos , nunca se con que me encontrare o que es lo que haremos .
Eso es excitante y liberador .
Me entrego , me dejo ser .
Al principio solía atarme de una manera que me
sentía vestida por sus cuerdas .
Ahora soy atada para ser inmovilizada . Ambas cosas me dan un gran placer .
Hoy coloco un collar de cuero y metal en mi cuello . Mis manos y piernas fueron unidas por cuerdas .
El silencio que se produce cuando él me ata , me inmoviliza , me azota y me ordena es casi musical .
Mi cuerpo se tensa , en el momento mismo que me ordena cubrirme los ojos . Mis latidos se aceleran , mis sentidos se potencian y explotan .
Lo nuevo esta vez fueron unos azotes con algo que me causaba electricidad , así lo sentía mi piel . Pequeñas descargas eléctricas en mi carne roja y caliente .
Nunca veo los instrumentos que son usados en mi , siempre mis ojos están cubiertos . Así lo prefiero .
Hay momentos en los cuales , me pierdo , me voy , y siento todo y nada al mismo tiempo . Pierdo la
noción del tiempo .
¿Cómo será del otro lado ? ¿Perderá el también la noción del tiempo mientras me somete ? ¿Cómo será para el sentirme así ?
Hay detalles mínimos , inmensa mente gigantes . El sorbo de bebida que acerca a mis labios cuando estoy perdida , las prendas que coloca de apoyo en mi cabeza y rodillas para que no me lastime . Un chocolate que recibo antes de bajar de su coche . Acepto y espero ese último gesto que completa mi felicidad con una gran sonrisa .
Siempre mi cuerpo termina agotado , me cuesta por momentos llevar el orden de una conversación normal .
Esta vez me dolió mucho el estomago horas después del encuentro , en cierta forma ya me lo había advertido . Aplico crema en mis marcas y descanso . Dejo que mi cuerpo se renueve . Casi siempre el dolor está en las primeras horas , luego son sensaciones , en mis pezones , en mis pechos , en mis glúteos y en mi vagina .
Entreno intensamente 3 o 4 veces por semana , pero nada se compara a las 2 o 3 horas con el .
Me escribe , me pregunta cómo estoy , se molesta con él porque quizás se excedió , lo calmo , le agradezco y recibo atenta sus indicaciones para cuidarme .
Yo lo respeto .
Y el valora mi entrega .
Siento que por fin estoy en el camino correcto .

Claire

Gracias por tu visita.
Soledad FAB

martes, 30 de agosto de 2016

RAPE PLAY por GotitasDePasión

Nuevamente publicamos un relato de esta eximia escritora cuyo seudo y nick en Mazmorra es Gotitas de Pasión. No pierdan tiempo leyéndome y métanse en la historia. 

Vive sola en un pequeño y oscuro departamento, decorado de forma muy austera…su única compañía… sus propios demonios, los que habitan en su mente. Poseedora de “extrañas e infernales” imágenes de placer obtenido a través del dolor más extremo.

Lleva meses hablando por chat, con un Dominante sádico, ambos tienen sus mentes morbosas y perversas al máximo. –según ellos mismo reconocen-.

Ambos comparten la misma fantasía, vivir un Rape Play. El, un dominante secuestrador. Ella, una sumisa goreana, que solo goza con lo más excesivo, dispuesta a practicar esos juegos que muy pocas personas se animan.

Le contaba en sus charlas que estaba deseosa de ser una esclava 24/7 y que sea su amo, quien ha de colocarle un cinturón de castidad, el que también le marque a fuego sobre su blanca piel, el collar con sus iniciales… así siempre sería de su propiedad y todos lo sabrían.

Pero antes desea cumplir una fantasía, ser sometida por dos Amos que amen el sadismo tanto como ella.

Estas declaraciones no hicieron más que alimentar los demonios en la mente del dominante, exacerbando su morbo, potenciando sus crueles ideas.

Al finalizar una de las tantas prolongadas charlas nocturnas, ambos quedaban absolutamente deseosos del otro, con sus libidos completamente alteradas.

Finalmente decidieron que era el momento de hacer realidad sus fantasías,

Entonces… acuerdan la primera cita. Quedaron en encontrarse la tarde siguiente, en un bar del antiguo casco de la ciudad. Un lugar ideal ya que cuenta con calles de adoquines, con sus veredas angostas y las casas coloniales que le dan un aire muy especial, ideal para dos mentes oscuras.

Ese día el clima parecía haber sido seleccionado para ellos, era una tarde gris con neblina y llovizna, en un otoño tardío.

Ella no se presentó en el lugar, tal como había dicho, sino que camino al encuentro, su maquiavélico cerebro había urgido un plan tan siniestro y malvado que sólo era digno de una persona insensible en cuya conciencia solo habita la maldad -se quedó escondida en un pórtico cercano al bar, desde donde divisa a una mujer de cabello castaño largo, no muy alta, delgada que lleva un tapado verde oscuro, y zapatos de tacón negro; muy parecida a ella; que bebía un café.

Al verla, su supo inmediatamente que su idea de usar un reemplazo era posible. Sí, ella era perfecta, para saber que sentiría si secuestraban y torturaban a una desconocida, mientras ella era tan solo una clandestina voyeur.

Y… ¿Qué sentiría el Dom cuando se enterase de la verdad?

La noche empezaba a caer sobre la ciudad, cuando la extraña se levanta para irse, en ese momento, ella llama al dom y le describe a la mujer como si fuese ella misma.

La extraña habría caminado una cuadra, cuando él se acerca por detrás le apoya algo en la cintura y le dice caminá tranquila sino querés salir lastimada.

La mujer entra en pánico, su piel se languidece, no llega a comprender que es lo que sucede, pero hace caso

Tal y como se lo indican se sube al auto del lado del acompañante en el asiento trasero, le ponen un blindfold, para restringir su visión.

Está a punto de gritar cuando siente que a su lado, agazapado, hay un hombre. Siente que una tela toca su pierna, se sobresalta, presume que debajo hay un arma, pero se equivoca, lo único que tiene es un poco de cloroformo para dormirla. El Dom se sube al auto y maneja con rumbo desconocido.

Ella que no les perdió pisada, se sube al propio y los sigue a una distancia prudencial, para no ser detectada.

Realizan un recorrido de aproximadamente veinticinco minutos, llegan a una vieja casona rodeada por un gran parque; entran con el auto hasta el fondo y entre el Dom y su amigo bajan a la mujer adormecida.

La llevan a una mazmorra ubicada en el sótano de la vieja casa. Allí hay un potro, una cruz de San Andrés, varios grilletes colocados en las paredes, alrededor de la cama y cadenas que caen desde el techo.

- ¿Y ahora cómo hago para ver, cómo consigo entrar en esa casa? -pensó

Cuándo vió que había un ventiluz en un lateral de la casa, lo suficientemente grande para que ella -una mujer menuda- cupiera. Pasa a través de él cuando escucha ruidos. Apenas asoma la cabeza; una columna mantiene oculto su pequeño cuerpo, hace un panorama visual del lugar... "Realmente está muy bien equipado", piensa.

Puede ver que ponen a la desconocida sobre un colchón que está cubierto con sábanas negras, la desvisten, quintan el blindfold, le colocan grilletes en las muñecas y en los tobillos los que a su vez atan con cadenas a diversos ganchos ubicados en el techo para los brazos y los laterales del colchón para los tobillos; en la boca. Con el mero fin de que no grite le ponen un abrebocas o forcep bucal, de los que usan los otorrinos.

Dejan encendida una tenue luz amarilla y se van; la dejan sola, encadenada y amordazada.

Luego de unas horas bajan para ver si despertó

Sí, efectivamente estaba despierta, agitando todo lo que podía su cuerpo, intentando zafar de las cadenas, irritando su garganta con los fallidos intentos por gritar; buscando desesperadamente que alguien escuche su pedido ininteligible de auxilio. Su mente no entendía ¿Qué estaba pasando, porque se encontraba en ese lugar, en ropa interior, atada y amordazada, que era todo eso?

La sumisa que ya había ingresado al sótano, al ver la escena siente que la humedad crece en su interior, el deseo se apodera de ella. Está excitada como jamás lo había estado.

Cuando escucha el sonido de una puerta que se abre, unos pasos que se acercan, son de más de una persona, su miedo se acrecienta le tiembla todo el cuerpo.

El Dom y un auxiliar entran encapuchados para ver si había despertado, cuando la observaron lo primero que pensaron fue: "Que bien que se puso en el rol", hasta veían sus lágrimas rodar por las mejillas, comentaron, ¡Que buena actriz!

Llegan junto a ella, ven el pánico en su rostro, se desconciertan… Es tan real que no lo pueden creer, se miran y por un momento dudan. Sin embargo se sientan en la cama, y de un tirón le arrancan la ropa interior. Con sus manos, recorren todo su cuerpo.

- Linda piel para quemar, tan blanca tan suave, las marcas en ella, se verán preciosas.

Los ojos de la extraña parecen salirse de las órbitas, se mueve con furia en la cama y se escucha un sonido gutural con el cual pareciese gritar…¡¡¡¡Noooo!!!!

Uno de ellos se aleja de la cama y toma un pequeño mechero de un estante, lo pone sobre la mesa situada junto a la cama, lo enciende, toma una pinza y con ella calienta las agujas al rojo vivo, y así calientes las clavan en los pezones. Con cada pinchazo sacude su cuerpo, intenta un nuevo alarido; sus ojos son dos manantiales.

Una vez coronados de agujas calientes ambos pechos, y antes de azotarlos con un rebenque, vuelven a calentar las agujas con un soplete pequeño.

El dolor extremo hace que la pobre desconocida pierda la consciencia. Esperan unos minutos, como no reacciona, uno de ellos decide que hay que despertarla, para eso le baña la cara con lluvia dorada.

Al ver todo lo que sucedía, la fisgona que había cedido su lugar a la desconocida, comenzaba a tocarse deseando ser ella la que estuviese en esa cama.

Los Dom se miran con los ojos brillosos de satisfacción al ver que ella se despierta tosiendo ahogada por la orina.  Ambos ríen a carcajadas.

El que acaba de orinar a la pobre víctima inocente, mira a su compañero y le pregunta:

- ¿Qué haremos ahora con esta perra?

- Seguir jugando con ella, luego, haré lo que más desea, le pondré mi collar a fuego y por último nos la cogeremos ambos.

- ¿Te parece si le ponemos un espéculo y luego unas pinzas genitales?

La cara del Dom, brilló. Su macabra y sombría sonrisa le daba un aspecto terrorífico.

La pobre e indefensa sustituta, negaba con la cabeza, miraba a sus agresores con una súplica en los ojos, temerosa por lo que vendría.

El Dom se levanta y saca de adentro de un pequeño placard ubicado en una de las esquinas, un espéculo, un plug anal, unas pinzas quirúrgicas y unas pezoneras.

Las lágrimas volvieron a brotar de forma descontrolada de sus ojos, tanto que le nublaban la vista, mientras intentaba en vano sacar su mente de ese lugar, para dejar de sentir todo ese padecimiento.

El auxiliar le toma las piernas, se las flexiona para que el Dom le ponga el espéculo y el plug. Ella siente que tiran de su clítoris y lo prensan fuerte con algo que por el frío del material es de metal.  Los sonido guturales no dejan de salir de su garganta, sus mejillas empapadas de lágrimas reflejan todo su dolor, un dolor agudo que siente provocado por todo ese padecimiento que pareciera interminable.  No sabe cuánto tiempo lleva ahí, solo sabe de su agonía, de lo desvalida y desprotegida que se siente antes sus agresores.

Sus pensamientos comenzaban a perderse junto a su conciencia, justo cuando siente que le introducen algo frío en la vagina que le pellizca y tira de su útero, un dolor agudo le recorre el cuerpo haciendo que su espalda se arquee y le da escalofrío.

- ¡Basta, por favor basta! -gritaba en su mente- no me torturen más.

Pero su pesadilla, estaba lejos de terminar…

Mientras escondida detrás de una columna la verdadera sumi sigue observando. Sus deseos van en aumento, se siente arrepentida de lo que hizo, no por el sufrimiento de la pobre desconocida, sino por no poder ser ella quien disfrute de todo ese placer. Tiene ganas de gritar la verdad, ocupar el lugar de la desconocida, pero su morbo es más fuerte, decide callarse y seguir observando cómo sufre la chica y el placer de los Dom que se ve reflejado en sus rostros sonrientes en el brillo de sus ojos.

Uno de ellos se dirige a la fogata encendida en una improvisada hoguera, en la que arden las brasas que calientan el yunque con el que van a marcar a la pobre extraña.

Lo toma con cuidado, se acerca a la inerme víctima y sin piedad alguna marca su pelvis presionando con fuerza para quemar lo más profundo posible la piel.

- Ahora sí, serás mía para siempre, llevarás mi marca hasta el último de tus días, tal y como lo deseabas. –dice el Dom, mientras acaricia la suave piel de la chica.

Apenas afloja un poco sus cadenas para girar los grilletes que la sostienen con el fin de ponerla en cuatro y su asistente se acomode bajo ella. En ese momento retira el espéculo, el plug y sin tener la menor consideración ambos la penetran provocándole un sufrimiento tan intenso que pierde el conocimiento Sin tener la más mínima consideración, por el estado de ella, continúan abusándola hasta que ambos acaban.

La dejan inconsciente sobre la cama, se van. Cuándo estaban por cruzar la puerta la malvada sumisa aplaude y exclama:

- Magnífico, realmente son brillantes y absolutamente perversos, lástima que no he sido yo la destinataria de tanto placer.

Ambo se miran sin comprender que es lo que está sucediendo, ¿Quién esa mujer que emerge de las sombras sintiéndose complacida por todo lo que ha sucedido?

- ¿Quién es usted, qué hace acá, cómo entró? -pregunta incrédulo el Dom.

- Buenas noches, soy masocaextrema la sumisa con la que estuvo hablando todos estos meses. ¡Un placer Señor! –se presenta.

- ¿Cómo, que significa que usted es masocaextrema, entonces quién es la mujer que está en la cama? –pregunta absolutamente desconcertado.

- No lo sé, ella estaba en el bar, cuando lo llamé le di su descripción para que ella ocupe mi lugar. Por cierto entré por el ventiluz del costado y pude observar absolutamente todo lo que han hecho, fue muy placentero, jamás pensé que se podría infligir tanto dolor en tan poco tiempo.

Ambos hombres se miraron absortos, no podían creer lo que estaba sucediendo, habían torturado y abusado de una mujer inocente, por culpa de una loca.

- ¿Qué haremos ahora? ¿Cómo le explicaremos a esa pobre víctima lo sucedido? –se preguntaban ante semejante confesión.

- Bueno tampoco es tan grave, la ponen en el auto, la llevan a un descampado cercano a un lugar poblado y la dejan ahí tirada. Cuando despierte buscará ayuda. –respondió la sumisa sin inmutarse.

La miran con toda la furia que podía salir de sus entrañas. ¿Qué clase de monstruo es esta mujer que no siente la menor piedad por alguien a quien ella hizo padecer semejante tortura, haciéndola ocupar su lugar?

- ¡No! -sentenció el Dom- vos creaste esta situación, serás vos quien le diga cómo es que llegó a padecer todo ese sufrimiento innecesario.

- ¿Yo? No. ¿porque habría de hacer algo así, si fueron ustedes los que han actuado? -responde mirándolos con un dejo de ironía.

- Sí, fuimos nosotros, pero lo hicimos por tú engaño; todo el tiempo pensamos que eras vos la que estaba en esa cama. De modo que todo lo sucedido es tú responsabilidad y serás vos quien se haga cargo de ello -expresó con firmeza el Dom.

Con mucho cuidado desencadenan le sacan la mordaza, la tapan y la dejan que descanse. Mientras van a preparar algo para que coma cuando despierte, y unas vendas y medicamentos para hacerle unas curaciones básicas antes de llevarla al hospital.

Pero antes de irse, dejan atada y de rodillas sobre maíz con sal, a la malvada sumisa.

Media hora más tarde, el Dom regresa con una bandeja con comida, un vaso y una jarra con agua. Se sienta al lado de la cama y contempla con congoja en su mirada a la pobre víctima inocente, le acaricia el pelo y piensa: ¿Cómo podrá vivir de ahora en más esta pobre criatura, a la que le hemos convertido su mundo en cenizas? ¿Que nos ha hecho hacer esa bestia desalmada?

Levanta la vista y la mira con todo el odio, uno tan profundo que jamás pensó que sería capaz de sentir. El era sádico sí, pero con quien disfrutase que lo fuera, no en la vida en general, donde era una persona afable, con buen trato y respeto al prójimo; liberaba su costado cruel con sumisas que lo desearan.

Pero ella no, por eso se veía el pánico en sus ojos, tanto llanto y congoja. Se sentía un depravado, un ser digno de ser lapidado y todo por culpa de esa mujer sin moral, totalmente alienada.

No sabe cuánto tiempo había pasado desde que se sentó a cuidar el dulce sueño de su víctima, cuando escucha unos sonidos guturales que lo regresan a la realidad. Intenta acercarse a la chica, pero ésta se corre e intenta gritar, pero aunque no puede hacerlo, ya que se quedó sin voz, durante su tortura, lo mira espantada todo su cuerpo temblaba ante el temor de ser nuevamente martirizada. El Dom se acerca con cuidado, con una voz calma y un hablar lento, le dice:

- No temas, sé por lo que has pasado y te comprendo más de lo que piensas, nadie más arrepentido que yo, de todo lo sucedido y nadie más culpable que ella. –dice apuntando con el dedo a la sumisa arrodillada en el piso.

Entonces ella la mira sin comprender nada, todavía menos al ver a la otra mujer a la que acusan de ser culpable, que se encuentra encadenada de rodillas sobre maíz y sal gruesa, y que niega con la cabeza y los ojos desorbitados nuevamente por el temor.

- Por favor te pido que comas y bebas algo antes de seguir, necesito que lo hagas, para que te sientas mejor. –suplica el Dom.

Se niega rotundamente, por temor a que la quisiesen envenenar, ya no sabía que esperar de esas personas. El auxiliar, quien nota ese temor, toma un poco de la comida se la lleva a la boca, hace lo mismo con el agua, para que ella vea que nada malo le volverá a pasar.

Temblando se acerca a la fuente y bebe agua, se sentía deshidratada, necesitaba beber solo eso.

- Tranquila por favor no temas, ella te explicará, te aseguro tengo pruebas de que todo lo que escucharás no es más que la pura verdad, que ella no dirá nada por coerción.

La sumisa levanta la vista desafiante y con un tono en la voz digno de una esquizofrénica la mira y dice:

- Soy una sumisa extrema, gozo solo con el máximo de dolor, hace meses que el Señor y yo venimos conversando vía chat, para tener una sesión muy extrema, dónde él me hiciese todo lo que vos sufriste.

La extraña la mira con toda la incredulidad que es capaz de sentir, estaba cada vez más azorada. Pero nota que la empieza a mirar con furia.

- Prosigue. –la urge el Dom.

- Hace dos días quedamos en que nos encontraríamos en el bar, justo donde vos tomabas tu café. En el camino pensaba que sentiría si pusiese a otra en mi lugar y solo observara desde las sombras. Cuando te vi puede notar un cierto parecido físico, entonces en ese momento me dije… ¡Sí! ella es la indicada. Cuando te levantaste lo llame por teléfono y le di tu descripción como si fuese yo. El resto de la historia la conocés.

Un odio abrazador que jamás había sentido ardió en el cuerpo de la extraña, los ojos se le pusieron rojos de furia en ese momento detestaba tanto a esa mujer, que estaba ahí frente a ella, que deseaba matarla.

El Dom, nota el sentimiento de furia que tiene la chica parada a su lado, con mucha satisfacción interior dice.

- Tranquila serás vos quien la castigue o mejor dicho decidas su castigo, no creo que tengas fuerzas para hacerlo. Te diré cuáles sus placeres y cuáles son sus límites –los que se supone que no debo cruzar, esas cosas que ella jamás permitirían que le hagan- Vos decidirás qué sí y qué no se le hará, con ella ya no hay reglas, no las merece.

La extraña asiente con la cabeza y le hace un gesto pidiéndole algo con que escribir.

El auxiliar sale de la habitación y trae una libreta y una birome, se la extiende. El Dom le da todos los detalles sobre gustos y desagrados de la sumisa.

Uno de los límites de ella no más de 2 Dominantes, no le gustaban los gangbal, ni el dexo anal y mucho menos, tragar el semen; al escuchar esto, la extraña mira al Dom con una sonrísa.

- Comprendo tu idea. –dice- enseguida llamo a unos amigos que también son sádicos -y sale de la mazmorra.

Mientras el otro sigue leyendo. Cuando éste hubo terminado la extraña anota solamente cinco ítems, con ellos considera que estará bien.

Los hombres miran la lista

    1)Vinagre
    2)Látigo
    3)Un yunque caliente
    4)Ácido sulfúrico con un gotero
    5)Sal

Si bien los asusta el tema del ácido ya que no tienen idea de lo que está pensando hacer esa extraña. Pero al ver como está de lastimada y devastada, le facilitan todo lo solicitado.

Al tiempo que cumplieron con el pedido, llegaron los otros Dom -cinco en total-. El dueño de casa los pone al tanto de la situación. Quedan atónitos ante el relato de lo acontecido durante esa tarde noche. Deciden participar en la dulce venganza.

Se sitúan alrededor de ella comienzan a tocarla, a flagelarla, le introducen sus penes erectos en su boca, su vagina y su ano, todo sin lubricación sin estímulo alguno, solo la penetran… Grita de dolor, sus ojos se llenan de lágrimas, en vano intenta mover su cuerpo para zafar de la situación, la sostienen entre varios.

Sentía pena de sí misma, la misma que debió sentir por la extraña que puso en su lugar y jamás la sintió.

Los cinco hombres van rotando de lugar, la cogen sin piedad; hasta le introducen dos penes en el ano; durante al menos dos horas y cada uno de ellos le acaba en la boca.

El odio se podía ver reflejado los rostros de todos los que estaban en la mazmorra. La extraña, comprendió; que desde el momento en que tomó la integridad física de esa mujer en sus manos; había un punto de partida para que sus propios demonios se liberasen, ya no tendría retorno y aunque no sabía cuál sería el desenlace, experimentaba una profunda sensación de placer, ante la venganza.

Pide que la incorporen y le aten los brazos en alto, una vez que estuvo como ella la deseaba, le pide a los Dom que la flagelen con el látigo, por toda la parte frontal de su cuerpo –este era uno de sus límites- hasta que sangre mucho, quería los surcos del látigo bien marcados en su piel.

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Ellos se turnaron para hacerlo, y no cesaron en su misión hasta que ella se los pidió con un solo gesto, se acercó y tomando la sal y el vinagre los dejó correr lentamente por el cuerpo herido de la sumisa, asegurándose que penetrara bien en cada una de las heridas. La sumisa se retuerce de dolor.

Una mueca maligna, se dibuja es su rostro, al escuchar los alaridos de su otrora verdugo. Los mira y les indica que desea el yunque, el auxiliar va en busca de él, se para frente de la sumisa, mirando a la nueva jefa.

- ¿Dónde desea que la queme? –pregunta.

La extraña niega con la cabeza, los Dom se miran, no comprenden que sucede. Ella extiende su brazo con la palma abierta y lo mira, él comprende y con sumo cuidado le pasa el yunque, se para detrás de ella y la deja hacer.

Ve como primero le quema la punta de cada pezón casi como rozándolos y luego con toda la fuerza que esa mujer era capaz de sacar de su interior, quema los labios mayores y el clítoris de la sumisa.

El grito de esta fue tan agudo y desgarrador que ellos retrocedieron. Finalmente se desmaya presa de su agonía.

Contemplaban la escena como quienes son solo un mero espectadores, ajenos a todo contacto con la realidad, les resulta inverosímil lo que está sucediendo ante sus ojos.

La extraña, toma con sumo cuidado el frasco con ácido y el gotero y vierte pequeñas gotas alrededor de los pezones de la desmayada sumisa, viendo como cada una de ellas carcome la quemada carne, sonriendo con tanta pero tanta maldad que se puede decir que se había convertido en la sierva preferida de Hades.

Cuando consideró que su trabajo estaba listo, los miró y escribió una pregunta ¿Qué planes tenían para mí?

Se miraron temerosos de lo que fuese a suceder.

- Ninguno en especial, pero vamos vestite que te vamos a llevar a una clínica para que te curen esas heridas y puedas denunciarnos por todo lo que te hicimos, de forma involuntaria, pero lo hicimos y debemos pagar con ello, más allá de lo que sintamos en nuestras propias consciencias. –dice el Dom.

Los mira con una sensación ambigua de emoción y odio y no sabe lo que hará. Se viste sin poder definirlo.

Los hombres toman a la sumisa y la llevan al auto, la dejan en el asiento trasero y la extraña se sienta a su lado, suben ellos y conducen.

- ¿Qué harán con ella? –pregunta la extraña.

- Ni más ni menos que lo que se merece, lo mismo que sugirió que hagamos con vos, tirarla en un descampado cercano a un poblado para que al despertar, pueda pedir ayuda. Pero primero te dejaremos en la clínica de un amigo.

Hecho esto emprenden la marcha con rumbo desconocido toman una ruta al azar y luego de unos largos kilómetros arrojan el cuerpo mal herido de la sumisa. Y Se van…

By Gotitas...

Basado en una idea de Excesos


Espero que les haya agradado tanto como a mí. Gracias por visitarnos.

Soledad Fab 
sotanodefulana@gmail.com