sábado, 7 de mayo de 2016

La prevención del anonimato.

Por qué debemos mantenernos atentas y no dar pautas personales…

No se trata de vivir en un estado paranóico mirando a los costados con ojos desorbitados y temblor en el cuerpo. De ninguna manera. La prevención no significa incorporar modos y formas de lo prevenido sino de evitar que aquello negativo que percibimos como posibilidad, jamás nos alcance. Sería ideal.

¿A qué diablos me refiero si la anonimidad, en los chats, es ley universal?

En un portal cuyas salas son temáticas, empezando por la principal que lleva el nombre del sitio –Mazmorra-, se nos presentan muchas posibilidades de expresar los secretos más recónditos en materia de alternativas sexuales que imaginemos. En el plano de la fantasía a la que accedemos, tal vez, en un “privado” con otra persona, generalmente del sexo opuesto al nuestro, avanzamos por terrenos de muy difícil –si no imposible- tránsito fuera de ese ámbito virtual.

En líneas generales, la alusión a las pedofilias es constante. Tal la calificación que desde el machismo freudiano se conoce a las alternativas que cada humano ser decida-elija para satisfacer esa pulsión que le golpea las sienes y contrae su vientre.

Hasta aquí, todo perfecto. A pesar del juicio de valor que pudieran expresar quienes se disfrazan de correctos en una sociedad que cobija a los hipócritas y los cínicos, desde funcionarios hasta curas y rabinos pasando por las ONG’s a favor de o asociaciones sin fines de lucro que ganan fortunas bien disfrazadas.

El peligro latente es que en el ámbito del BDSM pueden esconderse algunos seres de pensamientos negros y actuar delincuencial. No me refiero a los que buscan vivir de las mujeres novatas jugándola de dominantes y encandilando a esas mujeres que, a su vez, buscan desesperadamente lograr otra experiencia mental-corporal que la abulia en la que, hasta el momento de ingresar a Mazmorra, se movían. No. Este tipo de gusanos quedan expuestos con el corto paso del tiempo. Y con el tiempo, también las víctimas se enteran y rompen ese cascarón ilusorio con el que justificaron lo injustificable.

El peligro es otro: que dentro de portales como Mazmorra y otros, se escondan quienes son, en la vida real, maltratadores reiterados, vejadores de mujeres, despreciables sujetos que conciben su universo vital como un campo donde la caza de la hembra es su más destacada virtud personal.

Utilizando la ignorancia de las recién llegadas, perfilan las condiciones a las que esa mujer debería adherir-aceptar como sine qua non para lograr el acceso al BDSM en condición de sumisa.

Así comienza el calvario de esas colegas de sexo que tienen la mala fortuna de encontrarse con sujetos de tales características. ¿Por qué? ¿Es algo no prevenible?
Se puede prevenir, claro que sí. Requiere de educación. O sea, educar en BDSM. Que las novatas no sean sorprendidas por lo ya expresado a manos de vividores-castigadores-maltratadores.

El tema es grave porque en nuestra Argentina, cada 31 horas muere una mujer a manos de un hombre. Por femicidio. ¿Cómo podemos saber si una u otra u otra más de las que vimos con nick en la sala, no terminan en un zanjón atravesadas por puñaladas? ¿O que no aparecen sus cuerpos?

Exagero, dirán. No creo que la prevención sea exagerar si, como dice la estadística oficial (que en general es menor a la realidad), cada día y siete horas una mujer es asesinada.

Prevención es información. Y aquí es donde los administradores de portales como Mazmorra, deberían exprimir sus neuronas para establecer un modo eficaz de llegar a las nuevas, dejando en claro que el BDSM no es pegar y castigar.


Soledad FAB

La aparente invasión a la privacidad.

La privacidad de cualquier relación, sea o no en el ámbito del SM, es responsabilidad o decisión de quienes la integran y desarrollan. Es difícil presumir que con quienes hablamos en privado no tengan, luego, la intención de publicar lo volcado en ese y otros privados con el mismo personaje. Incluso, las fotos que una pone en el perfil en Mazmorra, que sean copiadas por cualquiera -de acuerdo al acceso tan libre que tiene cualquier interesado- y distribuidas entre sus amigos, conocidos o puestas en una página porno como que ofrecemos servicios allí.

Si la confianza en una relación D/s es esencial, en los prolegómenos de lo que podría ser una futura relación así una se ve compelida a creer, antes que desconfiar de todo el mundo. Caer en la paranoia no es aconsejable ni sano.

Lo que yo hago al respecto de la privacidad, confianza y otras cuestiones atinentes es separar la hacienda. Al Facebook es inusual, rarísimo, asombroso que un contacto del chat pase a integrar el listado de "amigos" en el FB.

Tampoco el whatsapp. Ni pensarlo y menos que menos algún celular que yo use. Descarto los teléfonos fijos porque no existen como posibilidad de comunicación con gente de los chats, al menos en los inicios y más.

Un mail y el programa de chat de esa compañía (Gmail) y nada más. Luego, se verá.

Por ello no creo que constituya un peligro o algo por el estilo. Estamos expuestos a lo que haga "el Otro" con lo que, en confianza, le ofrecemos. El tema pasa, entonces, por intuir cómo es ese "Otro" con quien nos conectamos. Su lenguaje, la forma de escribir, las frases y cómo las arma, los deseos puestos en  letras y algunas otras cuestiones que surgen de la exposición y expresión, pueden darnos o insinuarnos mejor, por dónde camina y hacia dónde va el personaje.

Cuestión distinta es cuando nos conectamos con un psicótico. Ahí, salvo que estemos en gabinete y con la vigencia de una transferencia imposible en el chat, podríamos darnos cuenta de que lo es.

Por ello es mejor decir menos y exponer nada. Tal vez hasta el encuentro en vivo en algún bar donde nos conozcan la relación pueda variar. Es muy delicado conocerse con alguien del chat sin un marco de referencia. Aún en las reuniones que organiza Mazmorra es seguro.


Tampoco vamos a estar viviendo en la incertidumbre de "quién será, cómo será, qué esto y lo otro". Pero la prevención supera a la cura. No dar más que un mail y el programa de chateo que posibilite ese mail es más que suficiente para que cualquiera se sienta conforme.

El cibersex

Creo que el 99%, en algún momento de nuestro ejercicio chateril, lo hemos practicado. Sin, por ello, haber descartado el sexo en el mundo real y tangible, de olores, sensaciones y sonidos. Como todo, según lo veo, es una alternativa. Muy válida también, porque permite un acercamiento virtual imposible de lograr por otros medios y, así, mantiene una relación vigente y viva. Claro que con todo  lo que la tecnología aportó a los contactos virtuales, prácticamente podemos representarnos e ingresar a la pantalla, a la casa que queramos, con la decoración que se nos ocurra y también, con el hombre (o la mujer) con quien nos interese interactuar. Ni hablar del "traje" para chatear que reproduce sensaciones a distancia.

De todos modos y a esta altura de mi experiencia chatera, obvio que prefiero lo real y tangible a lo virtual y electrónico.

Por eso cuando chateo por ahí, evado a los de países lejanos -incluso trasandinos aunque no uruguayos- porque pudiendo acceder a lo real, no me va, me parece patético derivarse al cibersex.

Hay casos, no obstante (por ahí leí una duda sobre el particular) que necesariamente confluyen en el cibersexo por razones sociales insalvables (desde lo establecido y desde la propia prevención). Casos de colegas de sexo casadas que no se animan a una escapada furtiva a un hotel lejano, por ejemplo, y satisfacen su necesidad de romper la jaula "de oro" con alguien desconocido. Tal vez por aquella tonadilla de "señora de su señor, mujer por un vividor".

Retomando: cada cual tendrá su opinión sobre el cibersex y está bien que así sea. Pero nadie, ni unos ni otros, tenemos el más mínimo derecho de calificar, de juzgar lo que "el Otro" haga o deje de hacer, siempre que con ello no interfiera en nuestro propio derecho de ejercer la libertad como nos plazca (que incluye la limitación de la libertad del Otro).


Felices masturbaciones y, en algunos casos, por la propia morbosidad de que nos vean, alguna vez "actuemos" ante la camarita...

Un día de verano y humedad para el deseo

Relato cuya autora es una admirada colega, Gotitas de Pasión. Les va a encantar.

Es verano, el calor apremiante y húmedo se hace sentir desde el antes del alba, espero la lancha sentada en el muelle implorando aunque sea sentir una suave brisa que me refresque, pero no, la brisa nunca llegaría. El viaje hasta el centro de la ciudad es una verdadera tortura y aunque las grises nubes van ocultando lentamente el sol abrazador, la densa y pegajosa humedad no alivia en nada el agobiante calor.

Son las ocho de la mañana, estoy entrando a mi oficina cuando escucho el sonido de mi móvil que anuncia la llegada de un mensaje de texto, acomodo mis cosas sobre el escritorio, preparo una taza de café y me siento tranquila a desayunar. Aprovecho ese momento de soledad, para revisar el mensaje recibido –pensando por el horario que era alguna publicidad- para mi sorpresa, no lo era, sino uno de él, mi compañerito de juegos, mi bello y querido compañerito.

_ Buen día princesa ¿Cómo estás? ¿Vas a la ofi hoy?
_ ¡Buen día bonito! ¡Bien, gracias! ¿Y vos? Ya estoy. – respondo.
_ ¿Sale cafecito hoy? – pregunta.
_ Para vos…siempre. –le digo.
_ Daleee tipo once paso. –afirma.
_ Buenísimo, te espero. –contesto.
_ Te veo en un rato. Besos.
_ Te espero. Besos.

Dejé el celular e intenté ponerme a trabajar para calmar la poco común ansiedad que sentía, pero no pude concentrarme en mis tareas, eso era una misión casi imposible. Tener esa breve conversación alteró mis sentidos, mis adormecidos demonios se habían despertado y solo querían jugar. Hacía mucho que no me sentía así, con esas ganas impresionantes de que llegase la hora de verlo, en vano regresaba a cumplir con mis obligaciones, casi enseguida volvía a mirar el reloj, daba la sensación que los minutos pasaban demasiado lentamente, como si por algún motivo el tiempo se hubiese detenido.

Mientras tanto el deseo iba creciendo dentro mío, las ganas de sentir sus manos recorriendo mi cuerpo, sus besos apasionados mientras tira mi cabeza hacia atrás tomando mi pelo, sus dientes dando suaves mordiscos en mi cuello, en mis hombros. Cierro los ojos para repasar mentalmente alguno de los momentos que hemos pasamos juntos. Cómo lo deseo, necesito que venga y me haga suya aquí y ahora.

El cielo se había vestido de un gris tan oscuro que parecía negro, los truenos empezaban a irrumpir en el aire con su estruendoso sonido. En ese momento mis deseos de verlo le iban cediendo lugar al temor de que por el mal tiempo no viniese.

Parada frente a la ventana con una taza de café en las manos, observo caer la copiosa lluvia, mis esperanzas de verlo se desvanecen con cada gota de agua, con cada trueno que hace vibrar los vidrios de la ventana por la que absorta observo la cortina de agua que cae como presagio de un alivio que finalmente no llegará. Luego de una media hora la lluvia cesa dejando tras su paso solo una mayor y asfixiante humedad.

Cerca de las once y media suena el timbre de la oficina, mi corazón da un vuelco, mi pulso se aceleró, ¡Uuff me siento como una colegiala que va a su primera cita! Acomodo mi ropa, mi peinado, abro la puerta con una enorme sonrisa, realmente estaba feliz de verlo. Traspasa la puerta me toma en sus tiernos brazos acaricia mi espalda, me besa, me mira sonriendo.

_ ¡Hola mi reina, que linda que estás! –dijo.
_ Hola, gracias. – respondí casi con la mirada baja, sintiendo que mis mejillas se iban poniendo rosadas.
_ Ja ja ja –larga una carcajada- ¿¡Hey que pasa bonita te pusiste colorada!? – comenta.
_ Nada, no sé porque reaccioné así. –respondí incómoda por mi infantil reacción.

El sonido del teléfono, me hace zafar del incómodo momento y mientras atiendo le indico con la mano que tome asiento en el escritorio que está al lado del mío.

Me mira sonriendo con picardía, asintiendo con la cabeza, mientras se acerca a mi lado, pasando por detrás de la silla, se para a mi lado, acerca su boca a mi oído y susurra ¿Nerviosa nenita? al tiempo que me da un chirlo en mi nalga derecha, asiento con la cabeza, ya que estaba imposibilitada de hablar por estar con un cliente al teléfono. Se aleja unos centímetros se sienta y me observa como quien estudia su presa. Terminada la conversación que mantenía por teléfono, me siento mirando a sus ojos le pregunto por sus vacaciones, me cuenta con detalle su viaje, se interesa por las mías, le cuento lo bien que la pasé.

_ ¿Un café? – pregunte.
_ Sí, pero uno chiquito. – pidió.

Al pasar frente a él, deliberadamente acaricia mi mano, me detengo observo su con detalle su rostro que ahora lucía una crecida y prolija barba canosa , me acerco tomo con ambas manos su cara, le beso con suave roce sus labios, me alejo dos pasos e intento girar para ir a preparar el café cuando siento que me agarra con fuerza la muñeca, tira de ella acercando mi cuerpo al suyo, parada frente a él lo abrazo con cariño él apoya su mejilla sobre mis tetas que habían quedado justo a la altura de su cara, levanta la vista mirando a mis ojos sonríe cómplice del mismo deseo hunde su cara en las tetas. Suspiro.

_ ¡Mmmmm son realmente hermosas! – dice mientras las presiona fuerte, el deseo va en aumento, solo deseo sentirlo dentro mío, pero no sé a qué hora llegará mi compañero e intento alejarme nuevamente.
_ ¡Shhh! Quietita! ¿A dónde querés ir? – pregunta mientras se levanta y muerde mi cuello a la vez que tira de mi pelo-
_ A preparar el café. –digo buscando su mirada, esa mirada que había dejado de ser cálida para transformarse en una perversamente severa.
_ No, el café lo dejás para después, ahora te quiero a vos…además vos lo tomás cortado y yo tengo mucha leche para darte. –dijo mientras abría mi blusa dejando mis pechos expuestos. Que lindos que son – repite mientras los amasa y los saca del sostén.

Se sienta, me atrae hacia él, toma mis pechos con ambas manos, los apreta, los besa, mordisquea los pezones, me sostengo de sus brazos, acaricio su pelo y entrelazo mis dedos en él, siento la humedad creciendo en mi interior, desesperada busco su boca, quiero sentir su sabor, su lengua jugando con la mía, como sus dientes muerden mi labio inferior, nuevamente mi cuello, mi hombro, su lengua recorre mi cuello siguiendo el camino que lo haga llegar hasta nuevamente a mis pechos, toma uno con sus manos, mientras lo chupa empujo su cabeza sobre él buscando que los succione con más fuerza, siento que una de sus manos suelta mi pecho y va en busca del otro pezón lo presiona entre sus dedos al tiempo que lo gira de un lado a otra infringiendo cada vez más fuerza.

_ Pará – le ruego. Por favor no sigas, estoy por acabar y si lo hago voy a empapar mi ropa y no tengo otra para cambiarme, eso sin contar que llamaría mucho la atención al volver a casa. – digo con la voz que empezaba a estar entrecortada.

Suena el teléfono, lo miro y con mi dedo índice señalo el escritorio como diciendo tengo que atender, duda un segundo, pero se corre para que pueda atenderlo, voy al escritorio tomo el aparato para responderlo, mientras lo hago siento sus manos que me tocan las nalgas, las acarician suave, les da otro chirlo, suelto un leve ¡Ay! La clienta me pregunta:

_ ¿Qué pasó?
_ Nada, giré la silla y me golpee la rodilla contra la pata del escritorio. –miento.

Mientras mi Señor sigue acariciando mi cadera lleva sus manos hacia mi concha, la acaricia, desprende el pantalón mete su mano dentro del mismo para jugar con mi vulva por unos minutos, luego los baja lentamente besando mis nalgas, mis piernas me indica que levante un pie, luego el otro para poder quitarlo, lo deja sobre una silla. Sus manos vuelven a posarse sobre mi vulva la acaricia, la aprieta, la manosea toda, mete sus dedos por entre mi culotte presiona los labios cerrándola, me muerde. ¡Por favor pará un segundo! Pienso ya que continúo con la clienta en la línea, respiro profundo para poder responder las preguntas absurdas e inoportunas de la cliente, cuando siento que me baja la ropa interior y con una regla de metal que encontró sobre el escritorio de mi compañero comienza a spankearme, cada plaf invade el ambiente, mientras cierro mi puño aprieto mis dientes para no gemir, sonrío presa de los nervios ya que estoy segura que el sonido resuena del otro lado de la línea. La adrenalina que genera la situación es tremenda (tener a una clienta en línea explicándome cosas, de las que tomo debida nota para no olvidarme, intentar mantener un tono de voz normal mientras él jugando conmigo, es sublime) aumenta tanto el placer que lo lleva a niveles insospechados, siento como el calor va subiendo en mi interior, el morbo estalla en mi cabeza mientras mis perversos demonios dan volteretas de alegría, mi lado oscuro había abierto sus puertas para que ellos salgan a jugar.

Me spankea, acaricia mi enrojecida nalga para calmar el picor, mete sus dedos dentro mío, los mueve cada movimiento aumenta mi placer mi deseo, sigo sin poder gemir ni acabar, sonrío busco ver su cara por encima de mi hombro está llena de morbo, uno tan especial que deja ver como disfruta el momento, tanto como nunca lo había hecho antes.

Termino la conversación, gimo de placer, inclino mi cuerpo sobre el escritorio saco la cola y espero el próximo chirlo al sentirlo siento una gran necesidad de acabar, cogeme por favor te necesito dentro mío. –le digo.

_ ¿Querés pija putita? – pregunta, me da otro chirlo.
_ Sí, quiero tu pija dentro mío, sentir como me embestís duro y más duro. – respondo.
_ Me parece que las vacaciones hicieron que olvides tus modales, eso tendrá un precio, bonita. – masculló entre dientes.

Tirando de mi pelo me aleja del escritorio, me hace colocar las manos detrás de mi nuca, saca dos manitos sujeta papeles del cajón, pone una en cada pezón, me indica que me incline sobre mi silla para que mi culo quede más alto y cómodo para poder castigarme, y los broches rocen la silla con el movimiento, una palmada tras otra van picando cada vez más mientras siento que mi culo se va poniendo cada vez mas rojo. Cuando una pica demasiado grito ¡Ouuuch!

_ ¿Pica, duele? –pregunta.
_ Sí y mucho. – respondo.
_ Pero a pesar de eso… seguís sin recordar tus modales, me parece que definitivamente las vacaciones te hicieron mal. – afirma.
_ Lo siento Señor, le pido que me disculpe, pero la alegría de volver a verlo y el deseo de ser nuevamente suya es tan grande que me perdí en la emoción. – me excuso.
_ Esos no son motivos para no recordar como debes comportarte, Zorrita. – asegura.
_ Vuelvo a implorar su perdón, mi Señor. – suplico. Lo único que deseo es que me coja, esta demora me está matando, y mi culo sufriendo las terribles consecuencias de mi actuar ¿Me podré sentar mañana? Pensaba.

Se para detrás mío, acerca su pija a mí, me empala de una, se mueve una, dos, tres veces y acabo tan fuerte que dejo un enorme charco en el piso y expulso su pene de mi vagina.

_ ¡Wowwww! Que squirt, nunca vi algo así. – comenta mientras vuelve a poner su pija en mi concha y su dedo dentro de mi culo sin dejar que mis nalgas descansen de sus chirlos.

Se mueve fuerte muy fuerte, acompaño con el movimiento de mis caderas su ritmo y llego de nuevo al orgasmo. La saca y me mete los dedos, primero uno después otro y otro y otro hasta tenerlos todos dentro mío, los mueve dentro y hace presión con su puño, el dolor se empieza a sentir, pero es un dolor placentero, excitante…gimo y acabo, pido mas y vuelvo a acabar.

_ ¡Que linda zorra multi que sos! – dice.
_ No pares por favor quiero más mucho mas. – suplico cuando siento que su mano empuja dentro mío y el placer me hace acabar otra y otra vez.

No sé cuánto tiempo estuvo practicándome el fisting, pero me dio muchísimo placer. Saca su mano pero deja dos dedos dentro e introduce su pulgar en mi culo, me pajea fuerte mientras regresa al spank, acaricia mi espalda con dulzura, el costado de mi pecho y sin que perciba su intención de repente tira del broche que seguía presionando mi pezón, siento dolor, mucho más del que alguna vez hubiese experimentado. Me gusta, me gusta en demasía creo que mi lado masoquista está saliendo a la luz.

_ Bien putita, ya recibiste demasiado placer ahora me vas a recompensar, me vas a demostrar cuán agradecida estás, te vas a tomar toda mi leche. Arrodíllate y abrí grande la boca.
Hago lo que ordena, me arrodillo ante él con la boca bien abierta, me pone su pija en la boca para que la coja. Se detiene para dar otra orden.
_ Quiero que la chupes y te tomes toda mi leche, cierro los labios alrededor de su pija dura, subo mi mano izquierda para pajearlo mientras la chupo toda, él me agarra del pelo para marcar el ritmo con el que desea que lo haga, me la mete hasta la garganta y la saca una y otra vez hasta que llena mi boca de leche, la limpio hasta sacar la última gota.
_ ¡Muy bien putita, me encantó! – dijo mientras toma mis brazos para ayudarme a levantar.

Con cuidado quita los broches de mis adoloridos y sensibles pezones, le da un suave beso a cada uno y los vuelve a poner dentro del sostén, el roce con la tela es doloroso. Toma mi mentón levanta levemente mi cara para darme otro beso lleno de pasión, vuelve a morder mi labio, un último chirlo y otro sabroso beso.

Se aleja sonriendo lleno de satisfacción, sabe perfectamente que dejo su marca a fuego.
Al entrar al baño, mientras yo me visto, dice sin mirarme.

_ Ahora sí, quiero ese café

GotitasDePasión


Soledad FAB

"Telos"que admiten grupos

Seguramente habrá muchos más. Los que publico son los que mi propia experiencia me hizo conocer. Espero que les resulte útil.

BAHÍA DEL SOL
Bahía del Sol Hotel,
Bahía Blanca 1137, C1407ABU CABA

DISCRET
Anchorena y Paraguay
Dr.Tomas Manuel de Anchorena 1134, Capital Federal, Buenos Aires, Argentina

TORRES DEL LAGO
Cnel. Alvaro Barros 2000
Monte Grande, Buenos Aires
En el Cruce Lomas del Camino de Cintura
Frente a la Universidad de Lomas
GPS    
Cargá en tu equipo estas coordenadas para llegar a través de tu GPS
34° 46' 35.59", -58° 27' 48.56


HOTEL AJEDREZ (zona Moreno)
Dirección:         Autopista Acceso Oeste y Camino del Buen Ayre
Paso del Rey
Teléfono:          (0237) 463-9130


LA FUSTA (Palermo)
Dirección:Ortega y Gasset 1920 - Palermo, Capital Federal.
Estacionamiento privado Servicio de bar
canales Venus * Playboy Tv * HBO * HBO Plus * Movie City
Tel:4772-4909

DISSORS
Av. Gral Paz altura 900 (CP 1702)
Salida Tinogasta / Dardo Rocha

Pcia. de Buenos Aires

Soledad FAB

El feminismo y su vínculo con la pedofilia

ESCAPANDO DE LO POLÍTICAMENTE CORRECTO


Hay dictaduras que no se institucionalizan; que no necesitan del recurso de la fuerza en altas magnitudes para mantener a la sociedad sumida en sus dictados. El filósofo marxista Antonio Gramsci ya decía que el Estado era hegemonía acorazada con coerción, y cuanto más consolidada la hegemonía, menos necesidad de coerción. De ahí que podamos llamar “micro-dictaduras” a estos regímenes que han logrado altísimos niveles de hegemonía y que, por lo tanto, no permiten a los ciudadanos sacar los pies del plato de lo “políticamente correcto” sin con ello esperar negativas consecuencias, no solo sociales, sino también represivas-estatales (el caso de INADI, brillantemente desenmascarado por Cristian Iturralde, es ejemplo arquetípico de la policía del pensamiento hegemónico).
Valgan estos comentarios iniciales para situar el presente artículo en un contexto de dominación hegemónica de un progresismo hipócrita, dispuesto a tolerar sólo lo que comulga ideológicamente con sus postulados, y encarnizado con demonizar, deformar y censurar aquello que puede resquebrajar su dominación política. En efecto, es ese progresismo el que ha entronizado a la ideología feminista como algo automáticamente deseable y aprobable por el grueso de una sociedad que desconoce, en la mayoría absoluta de los casos, qué cuernos es el feminismo y su propuesta político-ideológica. Sucede que en contextos de alta dominación hegemónica la gente gusta de hablar sobre lo que no conoce y, peor todavía, defenderlo como si lo conociera.
Es así que nuestro título ha de chocar a simple vista: ¿Qué vínculo puede guardar el benevolente y deseable feminismo, con una causa que (de por momento, y sólo de por momento) nos resulta repugnante como la pedofilia? El objeto de este breve artículo no es sólo desnudar este vínculo, sino también desnudar la ignorancia que la gente tiene sobre el actual feminismo.
La historia del feminismo se ha interpretado en forma de “olas”. Se suele convenir que hay al menos tres olas del feminismo, cuyo hilo conductor estaría dado por la defensa de los derechos de la mujer, y sus diferencias estarían dadas por el tipo de derechos que se reivindican. Así, como primera ola bajo nuestra conceptualización, encontraríamos a los movimientos de mujeres y sus ideólogas que, tras el Renacimiento y con especial fuerza después de las revoluciones burguesas, peticionaron por derechos civiles y políticos, con John Stuart Mill a la cabeza. Podríamos entender, asimismo, que la segunda ola estuvo ligada al pensamiento marxista, especialmente a los estudios de Engels y quienes, como Kollontai, buscaron desarrollar esta mirada, en la cual los mal llamados derechos económicos estructuraban el plexo de demandas feministas. Pero a donde nos proponemos llegar para hallar el vínculo con las demandas pedófilas es a la tercera ola, cuyo nacimiento se encuentra ligado a los sucesos del Mayo Francés y cuya propuesta ideológica está basada en la “deconstrucción” de nuestra cultura.
En efecto, con ella surge la ideología de género, especialmente de la mano de Simone de Beauvoir y su “no se nace mujer: llega una a serlo”. El género y el sexo pasan a moverse en esferas distintas: el uno en la cultural, el otro en la biológica. Pero no se necesitará mucho tiempo para que el sexo sea también arrastrado a la esfera cultural, y que Judith Butler declare, bajo aplausos de la progresía academicista, que el sexo en verdad siempre fue género.
En este marco deconstructivo las demandas feministas ya no responden a la mujer, pues la categoría de mujer se deconstruye. ¿A quién responde entonces el feminismo? Pues a todas aquellas demandas que desde el terreno de la sexualidad vayan a contrapelo de la institución familiar que, presuntamente, sería un pilar fundamental del orden capitalista. De nuevo, el marxismo, como en la teorización de Engels, pero esta vez cultural, como en el “feminismo socialista” de Marcuse.
La teoría para las feministas es imprescindible para la praxis. Son las teóricas, después de todo, las que han ido orientando el devenir del feminismo, y son sus obras precisamente las que permiten distinguir los puntos de inflexión de las olas feministas. De tal suerte que recurrir a las más importantes ideólogas feministas es la tarea central que ha de llevarse a cabo para desentrañar la ideología en cuestión.
Veamos, pues, el pensamiento de la célebre Shulamith Firestone. Esta nos explica que el proceso de destrucción de la familia no se puede dar de un momento a otro, sino que conlleva cambios paulatinos, que involucran la pedofilia. Firestone los describe de esta forma: “Después de muchas generaciones de vida no-familiar, nuestras estructuras psicosexuales podrán alterarse tan radicalmente que la pareja monógama se volvería obsoleta. Sólo podemos adivinar lo que podría reemplazarla: ¿quizás matrimonios por grupos, grupos maritales transexuales los cuales también involucran niños mayores? No lo sabemos”.[1]
El proyecto de Firestone es lograr una sociedad socialista donde la familia sea reemplazada por household, una especie de hogar formado por personas que no guardan vínculo sanguíneo. Aquí, después de “unas pocas generaciones”, se logrará que “las relaciones entre personas de edades muy dispares se conviertan en algo común”.[2] Así las cosas, “si el niño puede elegir relacionarse sexualmente con los adultos, incluso si él debe escoger su propia madre genética, no habría razones a priori para que ella rechace los avances sexuales, debido a que el tabú del incesto habría perdido su función. (…) Las relaciones con niños incluirían tanto sexo genital como el niño sea capaz de recibir -probablemente considerablemente más de lo que ahora creemos-, porque el sexo genital ya no sería el foco central de la relación, pues la falta de orgasmo no presentaría un problema grave.

El tabú de las relaciones adulto/niño y homosexuales desaparecerían
[3]. Pero las relaciones pedófilas tendrían dos límites, nos dice la buena Firestone pretendiendo moderarse: el límite del consentimiento del niño por un lado, y el límite corporal por el otro. De modo que si un hombre adulto desea tener relaciones sexuales con una niña o niño de cuatro años por ejemplo, sólo debe lograr su adhesión y comprobar que las dimensiones de su vagina o ano sean penetrables. La engañifa que usa Firestone para legitimar la pedofilia es muy evidente: pone par a par la capacidad de elección de un niño respecto de la de un adulto, como si ambos dispusieran de mismas cuotas de poder. Es interesante constatar que existen reconocidos militantes y teóricos del feminismo que han sido involucrados e incluso condenados por relacionarse sexualmente con menores, como es el caso de Jorge Corsi.
Como queda claro, Firestone otorga gran significancia a la legitimación de la pedofilia como parte de la revolución socialista a la que ella busca servir. Pero no es la suya una opinión aislada dentro del feminismo de los ’70: también la reconocida teórica Kate Millet ha escrito que los niños deberían “expresarse a sí mismos sexualmente, probablemente entre ellos en un principio, pero también con adultos”.[4] Y a la cuestión de la pedofilia, las teóricas feministas suman también la reivindicación del incesto. Firestone, por ejemplo, recomienda que, a los fines de que los niños no crezcan “reprimidos sexualmente”, sean los padres quienes los inicien en su vida sexual. De hecho, recomienda que la primera felación del niño sea practicada por su propia madre. ¿Y es que hay manera más determinante de reventar todo vínculo familiar que promoviendo relaciones sexuales entre adultos y niños, y entre padres e hijos? Ella sabe, a partir de Freud, la importancia que tiene para la cultura la represión del erotismo que presuntamente sentiría el niño respecto de su madre; y probablemente sepa también, a partir de Claude Lévi-Strauss, el papel que en la cultura de toda sociedad humana juega la prohibición del incesto. En efecto, no hay forma más efectiva de destruir la cultura y la familia que haciendo de la pedofilia y el incesto conductas aprobables; de los ´70 a esta parte, el feminismo radical traerá, a veces más explícitamente, otras más implícitamente, estas horripilantes reivindicaciones dentro de su programa.
La deconstrucción del sexo que trajo el feminismo con su tercera ola es compatible con una deconstrucción de la categoría “edad”. ¿Si el sexo es un dato cultural y no natural, por qué habríamos de suponer que la edad es un dato natural y no cultural? Estas suposiciones no son exclusivas de la década del ’70, sino que nos acompañan hasta hoy, de la mano de muchas ideólogas del feminismo queer, como el caso de la mencionada Butler, quien aplaude y promueve una “multiplicidad de deseos” que incluyen la pedofilia y el incesto[5], y como el caso de Diana Torres, quien en su libro Pornoterrorismo anota: “Nunca me he acostado con un menor (salvo cuando yo también lo era) y no sé desde mi experiencia cómo se debe sentir, quizás no suceda nada malo si la mente del adulto está lo suficientemente sana o si la del menor es lo suficientemente despierta como para canalizar las sensaciones”.[6]
Quien al menos una pisca conozca sobre la intelectualidad feminista podrá advertir que las autoras y los textos mencionados no son marginales sino, más bien, todo lo contrario: se trata de nombres de la mayor relevancia para el pensamiento feminista contemporáneo. Y podrá saber, también, que estas mismas autoras suelen ubicarse mucho más allá de las sanas reivindicaciones que alguna vez tuvo el feminismo, cuando en lugar de reclamar derechos a la pedofilia, peticionaba derechos civiles y políticos.
El correlato en la práctica está a la vista: relevantes organizaciones feministas apoyan políticamente la legalización de la pedofilia, como es el caso de la Asociación Feminista Holandesa, la cual ha firmado peticiones públicas en este sentido. Gran cantidad de organizaciones feministas tienen estrechos vínculos con la NAMBLA (North American Man/Boy Love Association) y con el IPCE (International Pedophile and Child Emancipation). A nivel de referentes en el activismo feminista, sobresalen los casos de Pat Califia, Camille Paglia, Katharina Rutschky, Luisa Velázquez Herrera y Gisela Bleibtreu-Ehrenberg, todas ellas importantes cuadros feministas que articulan sus demandas con la pedofilia.
Es que el actual feminismo en nada sirve a la mujer: al contrario, la niega y procura su destrucción (tal como se hace expreso en Monique Wittig). Bajo su máscara benevolente y bienintencionada, guarda tras de sí una estrategia imposible de visualizar para los perezosos e idiotas útiles que adhirieron al feminismo sin saber de qué se trataba: librar una batalla cultural que destruya la “superestructura” que mantiene en pie el capitalismo.
En una palabra, neomarxismo.


  • [1]Firestone, Shulamith. The dialectic of sex. The case feminist revolution. New York, Bantam Book, 1971, p. 229.
  • [2] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 233.
  • [3] Firestone, Shulamith. Ob. Cit., p. 240.
  • [4] Citado en Serrano, Francisco. La dictadura de género. Una amenaza contra la Justicia y la Igualdad. España, Almuzara, 2012, p. 55.
  • [5] Butler, Judith. El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad. Barcelona, Paidós, 2007, p. 265.
  • [6] Torres, Diana. Pornoterrorismo. Tafalla, Editorial Txalaparta, 2011, pp. 100-102.


Sexo anal

Creo que para todas es la entrega total. Porque es mucho más mental que orgánica aunque en ocasiones duela como si nos atravesaran con un hierro candente. Justamente, al menos para mí, esto último es lo que me excita sobremanera. Al no contar con esa glándula fundamental para el orgasmo masculino, debemos aprender a extraer placer del dolor; de esa falsa sensación de querer defecar. Concentrarnos en la penetración que nos somete y responder a sus embates con lo mejor que hemos aprehendido en tantas camas. Y también dejar de lado ciertos pruritos del siglo pasado.


En lo personal tengo una especie de pre-encuentro que paso a relatar.



  • 1. Ir al baño, defecar.
  • 2. Hacernos enemitas cortas de agua corriente. Descargar en el váter hasta que el agua vuelva tan transparente como nos entró. (Nota: Atención con esto que la frecuencia puede alterar gravemente la flora intestinal)
  • 3. Meternos vaselina líquida y sentarnos en el váter para que escurra completamente. (Nota: si el galán no es seguro, entonces meternos gel acuoso que no ataca el látex del condón)

Lo que no se puede asegurar es que si hay más de una penetración anal, la segunda no produzca algún tipo de "teñido" del pene que nos satisface. Si, por acaso, él nota que sale "chocolatada", no dudemos en limpiársela con nuestra boca. Al fin de cuentas lo que cubre un poco su pene es nuestro. Ello impulsará más aún la excitación del compañero sexual.


Y tener presente los ejercicios Kegel, porque así como movemos voluntariamente los músculos vaginales, de igual modo lo hacemos con los rectales. Una de las formas que los vuelve locos es pedirles que se queden quietos, movernos nosotras y a la vez, masajearlos.

Pocos aguantan sin acabar.


Bueno, espero haber aportado algo.
Besos
delicatae

Soledad FAB


Que ella salga con otros para goce de su marido.

En uno de las notas del blog http://cornudocientificamente.blogspot.com.ar/2012/12/consejos-practicos-de-una-que-dio-el.html , la autora brinda una especie de guía práctica para asumir esa nueva forma de relación en tu pareja: la de salir a acostarte con otros hombres por el deseo compartido de que así sea entre tu marido y vos.

Es verdad que en la inmensa mayoría de los casos, esa actitud se inició cuando ambos ingresaron al mundo swinger. De modo que recibir a otro y gozar con ese otro, licuarse en orgasmos con ese miembro nuevo en tus entrañas, no es novedad. La novedad será salir sola a encontrarte con unos y otros.

Este paso -salir sola- es el fundamental según lo veo. Ser todo lo lanzada que quieras sin que esté la mirada "autorizante" de tu marido o pareja estable. ¿El te quiere puta y vos querés serlo? Entonces actualo a solas, sin condicionamientos ni trabas de ninguna índole y, menos que menos, la mirada analizante de tu pareja. Ya tendrás tiempo, cuando vuelvas a casa, de contarle al detalle lo que te hicieron e hiciste con ese desconocido que ingresó a tu más secreta intimidad.

Una variante muy intensa lo es que él, tu marido o pareja, elijan el candidato a euforizarte hasta la sucesión de orgasmos que laten en tu útero. Esta modalidad -que no se opone ni excluye la anterior, de que vos salgas sola- asienta aún más el concepto de "relación de prosti con su cafisho". O sea, él te hace coger con otro(s) y vos aceptás desde el inicio.
Claro que esto último contiene un riesgo: que los elegidos por él no sean, pero para nada, de tu agrado. Tipos sobre los que opinás que "Con éste no cojo así sea el último hombre sobre la Tierra". Bueno, esto no corre así. Vas, cogés y volvés.
¿Qué te puede motivar? Una cierta tendencia sumisa y masoquista y el morbo, esa herramienta que inerva todos los sentidos y turba la mente como en un torbellino que nos lleva al Nirvana.

¿Te imaginás relatando lo que hiciste y te hizo el monster? Relatarlo con asco, como lo sentiste en el momento pero aceptando la elección de él, de tu marido, y que lo hiciste gozar al desconocido.

No quiero caer en la interpretación psicoanalítica de que si él quiere que otros te cojan es porque él mismo no se anima a usar su cuerpo para ser cogido entonces usa el tuyo y así se calienta horrores. Algo de esto hay, es indudable. Pero bueno, se trata de gozar, no se acostarse en el divan sino en una cama King de cualquier telo de los muy buenos que hay en la Argentina y principalmente en capital y GBA.

Ya que estamos, recomiendo enfáticamente dos.

Uno, el Kansas. Zona de Tribunales. Tiene habitaciones con el sillón finlandés, ese que te ponés de cualquier forma y así te cojen sin miedo a caerte o romperte un hueso.
Dos, el Bahía del Sol, que tiene habitaciones que parecen departamentitos y, la ventaja, podés entrar en grupo.
Tres, Faraón. Sinceramente, se esmeran en que te sientas como la más de todas..
.
Claro que no son lo que se dice baratos si querés llegar a ese tipo de habitaciones. Pero, ¿Quién paga? El otro... Entonces, ¡que le cueste!


Soledad FAB


Si salimos de "cacería" o ellos "de levante".

Es el viejo debate de si las mujeres salimos "de cacería" o si los hombres "salen de levante". Entendamos que no existe posibilidad alguna, de ninguna forma, bajo ninguna condición, de que el hombre pueda mantener con nosotras algún tipo de relación íntima si nosotras no aceptamos eso. ¿Lo aceptamos o ese avance del "macho cabrío" forma parte de aquello que planeamos? Definitivamente es ésta última la posibilidad. Si salimos de "cacería", elegimos a la "presa" y luego, ya enviadas las señales entendibles para el hombre, será éste quien avance en la creencia de que "hizo" lo necesario para "levantarnos".

Lo mismo sucede en un ámbito más reducido como un chat "especializado" como el de Mazmorra.

Las mujeres sumisas acotamos frases, algún concepto (fácil, sin complicarles las cosas) que los hombres que se supongan dominantes lean e incorporen. Acotaciones y conceptos que contienen determinadas palabras o formación de la frase que deja entreabierta una inmensa puerta por la que, suponen los receptores, será fácil de trasponer.

Seguramente, el que captó el mensaje (que no será uno solamente) se lanza a nuestro privado. Generalmente haciendo referencia a lo que dijimos y lo acertado y bla bla bla. Nosotras, leemos. Somos amables como lo seríamos con un vendedor en un supermercado. Analizamos su lenguaje, la construcción de sus frases, la cultura, la coherencia... y luego, la experiencia.

Dicen, ellos, aunque lo nieguen aquí, lo de "tengo vasta experiencia" o "empecé en esto hace 10 (15,20, 30, 100) años" etcétera.

En general, son ellos quienes nos confiesan cómo son, cómo les gusta ser en una relación D/s y mucho más, antes de que nosotras expongamos nuestros límites.
Dada ya esa relación en el privado, nos quedará la decisión de aceptar lo que se viene o despedirnos porque dejamos la leche sobre el fuego...

Conclusión:

Aún en BDSM, quienes elegimos y damos sentido a la relación D/s somos nosotras. En el BDSM y en la vida fuera de ese ámbito, elegimos... sugerimos y también, manejamos pareceres y quereres.

Yo sé que no les gusta esto a los "machos alfa" pero también ese papel se lo otorgamos nosotras cuando necesitamos un impasse con alguien que se crea tal. La diversión es mutua: él, porque supone que creímos; y nosotras, porque nos hace gozar tal y como queríamos.

¿Después? Ya se verá qué pasa después aunque no haya pronóstico de continuidad alguna.

Gracias a los que llegaron hasta aquí.


delicatae

Soledad FAB

“LA MODA DEL CULO ROJO” y divagaciones sobre el ser y la nada.

Ésta fue respuesta a un vejete pomposo e infatuado que por el sólo hecho de su edad supuso difundir sabiduría con sus interpretaciones. Decía, el sujeto en cuestión, que las que mostrábamos el culo azotado (de aquí lo de "rojo") éramos, como mínimo, imberbes tontonas. Cabe acotar que el texto que sigue también fue publicado en la sección "FORO" de Mazmorra.

El tema es que ningún hombre que se sienta "dominante" puede serlo si no le otorgamos el poder para ejercer esa, su vocación. De modo que cuando elegimos a un "domine" para ofrecernos, lo hacemos con la total seguridad de que aceptará nuestro ofrecimiento sin filtros. 
Ahí un tema de cómo veo yo la relación D/s.


El otro tema es ¿cómo actúa y se interrelaciona esa pareja D/s? así sea temporaria o con visos de larga vida.


Mi respuesta es: como le viene en gana a ambos.


Nadie -creo yo- está en Mazmorra para demostrar que es más esto o menos lo otro. Simplemente estamos aquí porque nos gusta relacionarnos con personas que, salvando detalles o grandes diferencias, tenemos como base común una alternativa que es el BDSM.
Nada más.


Si para algunas personas, en cambio, el BDSM es como el marco para sus formas de vida, allá ellos. Está bien si les gusta. No para mí ni muchas otras.
Por otro lado, si nos gusta mostrarnos y exhibirnos y esto nos produce una sensación agradable en el vientre, es cosa de cada cual. Así tengamos el culo rojo o blanquito. No interesa.


Aquí tod@s hacemos lo que nos gusta y place. No hay reglas para el BDSM salvo las obvias en cuanto a la seguridad física. Porque la psíquica está al resguardo. Las reglas que hay que respetar y cumplir en lo posible, son las que impone Mazmorra para el chat. Después, vivir y dejar vivir.


A las sumisas, con distintas sintonías, nos calienta servir, agradar, brindar placer, obedecer y gozar así. Para eso es que elegimos quien pueda satisfacernos ese aspecto de nuestra percepción y, al mismo tiempo, como forma de retribución, le otorgamos la potestad de elegir momentos, situaciones,  castigos, torturas, prácticas. Damos placer y recibimos placer. Lo demás, para mí, es hojarasca que sólo hace ruido cuando caminamos por el parque sobre ella.


Mazmorra no es una "academia" donde tenemos maestros de distintas categorías especializados en aquellas o estas prácticas ni egregios profesores que pretenden utilizar la ironía como un arma dialéctica y sólo producen un poquitín de pena.


Seamos LIBRES que ya bastante nos joden esa libertad en una sociedad impregnada de hipocresía y heces flotando.


Saludos

delicatae

Soledad FAB

Juegos de poder - prostituir a otro

el jueves 02 de julio de 2015 a las 20:16

Me encanta prostituirme y si mi Hombre no me lo hubiera propuesto casi de entrada, yo misma se lo habría planteado. Los martes y jueves son los días en los que voy a un "club exclusivo y cerrado" a atender. Al final de la jornada -para mí- sobre las 20/21 hs. él me pasa a buscar, le entrego el dinero y seguramente terminamos en un hotel. Felices, contentos, alegres y muy muy satisfechos.
delicatae
Soledad FAB

EN RESPUESTA A UN TÍTULO


¿Por qué será que a las mujeres les cuesta tanto asumir roles de poder sobre los hombres?

Por Gustavo_sumi
Me parece que la emulación surge como un anuncio de neón en plena noche de Chicago con esa pregunta que formula.

No sé qué verá, a quienes verá, pero por mi parte lamento comunicarle que de ningún modo es como lo planteás. No sólo en el trabajo sino en las múltiples actividades que desarrollamos las mujeres, no tenemos ni pizca de sumisas obedientes y complacientes. Eso era, para la platea, lo que decían nuestras ancestrales predecesoras de otros siglos, que se hacían las buenitas pero gobernaban a sus respectivos maridos o cualquier otra categoría, con la sutileza y la sonrisa y no con gritos ni poses histéricas.

Analizá un poco más tu entorno a ver si no estás muy influenciado por el mismo.

Elegimos lo que queremos y en general, no nos equivocamos al elegirlo porque muy rara vez se nos frustra la acción, digamos. Incluso en el BDSM, donde le ponemos el ojo a un determinado hombre que dice ser dominante. Constatamos, no más por la palabra, y luego sabemos -percibimos- que el hombre acepta sin saber que acepta porque dice haber elegido. Y lo dejamos con esa ilusión... ¿Se entiende?

Cambiá de visión así el título de pregunta en la que generalizás una actitud dejará de sonar en tu cráneo... Bah, en tus neuronas.

delicatae


Gocemos sin prejuicios.

Si vamos a observar al vienes en lo que escribió mientras consumía ingentes dosis de cocaína -lo cual me parece genial-, diría que fue un combatiente de Sion contra la teoría del dios verdadero, el cielo y otros contenidos de la fábula (y de la otra fábula, que fue en su inicio un manual de higiene y de "no jodamos muchachos" para no clavar las guampas en el desierto)

Todo esto que rememoramos pasó, se pensó, se escribió hace centurias como mínimo por la sensación del tiempo pasado que es más interior que cronológico.

De modo que si las mujeres envidiábamos el pene o teníamos la falta, es una concepción machistoide de la que, obviamente, Freud no pudo sustraerse.

Ni envidiamos ni nos falta nada.


Por último, hagamos lo que nos plazca siempre que a solas sea posible y con otra(s) persona(s) sea admitido. Si no se tratase de matar a "el Otro", o de lastimarlo gravemente (no hablo del ambiguo y sentimentaloide dolor moral), seamos plenos y felices sin cuestionar absolutamente nada porque así como para los griegos la belleza tenía una relación divina con "la verdad", en la actualidad (al menos para mí) lo que produce, genera y comparte gozo y placer, está bien.

Besitos y gocen

delicatae

Soledad FAB

lunes, 2 de mayo de 2016

Un vídeo estimulante...

La bisexualidad no es un hecho maldito que "padecen" algunas mujeres. Es la ampliación total de nuestro horizonte sexual, de modo que la mirada de nuestra "elección de objeto" podrá girar los 360º en lugar de la limitación absurda de 180º que impuso la sociedad judeocristiana y otras mendacidades intelectuales desde hace añares.
Apoyando mí personal aporte a esto, mínimo desde ya, a través del vídeo en el que se ve a dos colegas de sexo pasándola muy bien. 

Basta de palabras y vayamos a las imágenes. Que las disfruten.


Gracias por visitar nuestro blog.
Besos y buena vida.

Soledad FAB