La presión de la cultura
Podemos argüir que pasó mucho ya como para seguir ocultando el "objeto de deseo" que nos conmueve.
Es verdad. Podemos ser abiertamente lesbianas, formar pareja, incluso casarnos si así lo decidimos entrambas. Pero ¿Qué hacemos las bisexuales? ¿Cómo ocultamos ante los "correctos" aquello que mueve nuestro ánimo y bulle en nuestros vientres?
En los chats encontramos colegas de sexo y de vocación y nos franqueamos y a veces solemos citarnos para tomar un café y charlar sin otra intención que la de conocernos y, en todo caso, abrir una nueva puerta para el recuerdo de una grata experiencia.
Quienes me conocen saben de mi bisexualidad y que, por épocas, parezco una lesbiana total. No sé si será normal, anormal, raro, inusual o lo que sea, pero así me sucede.
Reuní entonces, para el primer blog del 2015, una serie de fotografías en las que, sin dudarlo, me vi reflejada e identificada. También incluí las fotos de bellezas que bien me hubiera gustado descubrir en vivo y directo en la más absoluta intimidad.
Si los señores se aburren con este material, bien pueden buscar otros horizontes.
Que la pasen bien.
Gracias por su visita
Soledad FAB
marisolabril2013@gmail.com
