domingo, 12 de marzo de 2017

El reflejo emocional de una triste realidad inducida


Tengo tanto para contar sobre lo que siento y pienso que me tuve que tomar unos días para bajar la bronca y la angustia antes de sentarme a escribir.

Con Dindi nos tomamos el subte B, yo decido usar mi propio cuerpo de pancarta utilizando un marcador negro. PUTA FEMINISTA Y NI UNA MENOS, fue lo que mi amiga me escribió en el pecho. Mientras lo hacía se nos acercó un señor y me dijo: "Porque no te tatuas amor propio? Lacra." Si, un desconocido se me acerco y me insultó por ser mujer libre. Fue difícil pasar el momento incomodo de sentir que un extraño te maltrate yendo a la marcha de la mujer.

La marcha fue amor, abrazos, mujeres bailando, niños, bombos y mucha, mucha sororidad. Casi al final, en la carpa de unos amigos sonaba música y había gente bailando. Promedio de edad: 16 a 25 años, todos muy jóvenes. Era un grupito de chicxs , en su mayoría, gays.

Me quedo bailando con ellos muy tranquila con unas amigas. Cuando nos volvemos, arrancando por Av de Mayo, enfilando al obelisco, vemos el camión hidrante entrar  con mucha violencia. Quedaba muy poca gente, no había nada que reprimir. Los chicos BAILABAN, NADA MÁS. Se les tiraron encima con el chorro de agua, estando ellos con equipos conectados a la luz. Vimos como, de la nada, apareció una fila de policías, tipo ejercito. Con mis amigas salimos corriendo porque vimos la que se venia. Llegamos a Av de Mayo bajo la lluvia y nos tomamos un taxi. Cuando llego a mi casa me entero que todo empezó por un chico de 18 años, que decidió aparecer con la bandera del Vaticano, a enfrentar a feministas pro aborto. Después se difundió que ese pibe es ex miembro de un partido político neonazi que se llama Bandera Vecinal. También que es empleado de Patricia Bullrrich, como asesor y participó de varias campañas, entre ellas del del timbrado.

Las 20 que llevaron detenidas fueron capturadas en una situación de caza. Se metieron en una pizzarÍa y se llevaron chicas que estaban cenando. Las arrastraron de los pelos 2 cuadras y las metieron dentro de un camión. Las golpearon con violencia y las manosearon. Hubo madres de otros chicos que corrían el camión para preguntarles quienes eran y las chicas gritaban desde adentro sus nombres. Se las llevaron a 3 comisarías distintas sin decirles porque y ni quienes eran los que se hacían cargo de llavarlas presas. Estuvieron incomunicadas y las largaron al otro día todas magulladas.

Fue una situación impune, ilegal y peligrosa. Las redes sociales estallaron y se lleno de personas defendiendo al chico nazi. Mucha gente, incluso conocidos míos, tuvieron un brote de odio inaudito, defendiendo una policía muy parecida a la que estuvo en la dictadura. Están amasando un monstruo y no lo ven por no entender que lo que reclamamos es libertad, igualdad y que dejen de matarnos.
Mientras eso pasaba acá, en Guatemala unas nenas adolescentes se rebelaron contra los abusos y violaciones que sufrían en un colegio pupilo del estado. Las encerraron en una pieza y las chicas pendieron unos colchones a modo de protesta. Muerieron 37 nenas calcinadas. Las que no fueron encerradas se las derivó a otro centro y llegaron todas embarazas. La barbarie mas rancia.

No entiendo a las mujeres que ponen en tela de juicio lo que reclamamos. Ni porque no se corren del camino y nos dan la libertad que necesitamos para luchar por nuestra vida. Me gustaría saber cual es el privilegio que temen perder ¿Por que tanto, tanto odio? Mujeres con la empatía de un tornillo, criticaban la violencia  sin tener en cuenta que nosotras, incluso ellas, cuando llegamos a casa , estamos obligadas a avisar que llegamos bien. Que no solo es la brecha salarial, es el valor de la vida.

Esto no es misandría, no es nazismo, es un grito de BASTA. 


JR

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