¡Hermosas las fotos!, ¡hermosa mujer!; hermosa las sensaciones encontradas y cuasi indescriptibles qué me genera el mero hecho de contemplar esa esbelta fémina dionisíaca, embriagadora y tentadora. Cada fotografía se me figura un cuadro pictórico qué me absorbe y me deja absorto en mil y un ensoñaciones sensuales; sencillamente me siento abstraído de lo real y mundano y hago la abstracción de estar apegado a esa blonda belleza sin igual.
En mi incontenible sucesión de quiméricas fantasías me hallo recorriendo ese grácil cuerpo desnudo de mujer. Esa piel tersa y blanquecina con sus tintes cobrizos y bronceados me resulta de una exquisitez infinita… esos voluptuosos pechos coronados por el aura ciclópea qué son los firmes pezones, me resultan la más deliciosa y rozagante fruta qué deseo saborear… ese culo hermoso y enorme qué anhelo abarcar entre mis manos…esa vagina qué me despierta el voraz y desenfrenado deseo de penetrarla con fiereza y locura… Nada, nada, nada… solamente intentar expresar y exteriorizar la hermosura de tú persona qué me das la gracia de poder avizorar y la tentación y el deseo qué despertas en mi espíritu masculino… ¡Un beso (o miles de ellos) dónde más gustes!...
¡Hermosas las fotos!, ¡hermosa mujer!; hermosa las sensaciones encontradas y cuasi indescriptibles qué me genera el mero hecho de contemplar esa esbelta fémina dionisíaca, embriagadora y tentadora. Cada fotografía se me figura un cuadro pictórico qué me absorbe y me deja absorto en mil y un ensoñaciones sensuales; sencillamente me siento abstraído de lo real y mundano y hago la abstracción de estar apegado a esa blonda belleza sin igual.
ResponderBorrarEn mi incontenible sucesión de quiméricas fantasías me hallo recorriendo ese grácil cuerpo desnudo de mujer. Esa piel tersa y blanquecina con sus tintes cobrizos y bronceados me resulta de una exquisitez infinita… esos voluptuosos pechos coronados por el aura ciclópea qué son los firmes pezones, me resultan la más deliciosa y rozagante fruta qué deseo saborear… ese culo hermoso y enorme qué anhelo abarcar entre mis manos…esa vagina qué me despierta el voraz y desenfrenado deseo de penetrarla con fiereza y locura… Nada, nada, nada… solamente intentar expresar y exteriorizar la hermosura de tú persona qué me das la gracia de poder avizorar y la tentación y el deseo qué despertas en mi espíritu masculino… ¡Un beso (o miles de ellos) dónde más gustes!...